El Real Madrid pasó por encima del Sevilla, a pesar de que Lamela dio algo de esperanzas a los hispalenses. Entre ellos a Soria, que no le quedó más remedio que agachar las orejas.
Se las prometía muy felices cuando Erick anotaba el gol del empate. Se venía arriba, como siempre hace él, soñando con una remontada que paso por su cabeza y por la de unos pocos más.
De hecho, Lucas Vázquez les quitó las ilusiones de golpe al empujar un pase de Vinicius. Una jugada magistral, a la que Cristóbal sólo atinaba a repetir: «Fuera de juego», quizás esperando que se cumpliese.
Pese a ello, el ex delegado de campo insistía en que habían hecho «unos muy buenos 60 minutos del Sevilla». Aunque ya se le veía empezar a bajar los brazos, lo que terminó de hacer con el gol de Fede.
No sólo bajó los brazos, sino que ‘desapareció’ directamente, quedándose mudo. Y es que, cómo le recordaba Balboa, había estado todo el partido riéndose del Valverde y ahora colocaba ese misil a la escuadra.
Las risas del ex jugador y de Óscar Pereiro, demostraban el ridículo que Soria había hecho una vez más. Como decimos, se quedó mudo, sin palabras, mientras sus compañeros de retrasmisión se reían de él.
Hubo un momento que creyó en la remontada, con el gol de Lamela empezó a sacar pecho, pero le duró poco, ya que los goles del Real Madrid, y los comentarios de Balboa y Pereiro le dejaban en muy mal lugar.
Cristóbal fue humillado en directo, no sabía dónde meterse en esos minutos finales, en los que, al igual que su equipo, claudicó ante la superioridad de los de Ancelotti. Ya había tenido bastante.