Twitter ha suspendido la verificación que se efectuaba a través del pago de la plataforma Twitter Blue tras el aumento de impostores en la red social. La medida propuesta por Elon Musk se volvió muy polémica en un principio al anunciar que la suscripción costaría 20 dólares, aunque luego se rebajase a 8. Así lo ha anunciado la empresa de Elon Musk, debido a la multiplicación de cuentas falsas y la caída en bolsa de alguna de ellas.
La red social propiedad de Elon Musk dio así un nuevo bandazo para tratar de hacer frente al caos generado por sus últimas decisiones, que habían desembocado en una proliferación de usuarios que se hacían pasar por personalidades o compañías. La opción de pagar 8 dólares mensuales para tener acceso al símbolo de cuenta verificada, que hasta ahora había distinguido a perfiles relevantes cuya identidad estaba confirmada, ha disparado la confusión, facilitando que usuarios suplantasen a otros a modo de broma o con fines fraudulentos.
Compañías como Nintendo, la farmacéutica Eli Lilly o la propia Tesla que dirige Musk vieron cómo usuarios armados con el «tick» azul de verificación se hacían pasar por ellas durante horas, hasta que sus cuentas eran suspendidas. Así, la posibilidad de suscribirse a Twitter Blue había desaparecido en Estados Unidos para los usuarios no verificados, aunque la compañía no ha hecho ningún anuncio al respecto. En su web, Twitter sí deja claro que cualquier cuenta creada desde el 9 de noviembre, cuando se puso en marcha el nuevo sistema de verificación, no podrá suscribirse ahora a Twitter Blue.
Según un mensaje interno visto por la web tecnológica Platformer, Twitter ha optado por paralizar el servicio y frenar el acceso a la verificación de pago «para ayudar a dar respuesta a problemas de suplantación». En paralelo, Twitter anunció que ha recuperado la etiqueta de «oficial» para distinguir algunas cuentas, una marca que había creado esta semana, pero que horas después había sido cancelada por orden directa de Musk.
Aluvión de cuentas falsas verificadas
Aparentemente, silo los anunciantes en la red social están recibiendo ahora este distintivo, que busca combatir el problema de los impostores. Cuentas falsas que pretenden ser grandes marcas han aparecido con el check azul desde el nuevo lanzamiento, incluidas Tesla TSLA.O y SpaceX de Musk, así como Roblox, Nestlé NESN.S y Lockheed Martin LMT.N. «Para combatir la suplantación de identidad, hemos agregado una etiqueta ‘Oficial’ a algunas cuentas», tuiteó el viernes la cuenta de soporte de Twitter, que tiene la etiqueta «oficial». La etiqueta se introdujo originalmente el miércoles, pero Musk la «asesinó» solo unas horas después.
El fabricante de medicamentos Eli Lilly and Co LLY.N emitió una disculpa luego de que una cuenta impostora tuiteara que la insulina sería gratuita, en medio de una reacción política y un escrutinio de los altos precios del medicamento. «Pedimos disculpas a quienes recibieron un mensaje engañoso de una cuenta falsa de Lilly», dijo la compañía, reiterando el nombre de su cuenta de Twitter. En la plataforma también circulaban varios tuits engañosos sobre Tesla de una cuenta verificada con la misma imagen de perfil que la cuenta oficial de la empresa.
Musk había dicho que los usuarios de Twitter que participaran en suplantación de identidad sin especificarlo claramente como una cuenta de «parodia» serían suspendidos permanentemente sin previo aviso. Se han suspendido varias cuentas de marcas falsas, incluidas las de Nintendo 7974.T y BP BP.L. Además, Musk advirtió el jueves en su primer correo electrónico para toda la empresa, que Twitter no podría «sobrevivir a la próxima recesión económica» si no lograba aumentar los ingresos por suscripción para compensar la caída de los ingresos por publicidad, dijeron a Reuters tres personas que vieron el mensaje.
Musk no descarta la bancarrota de Twitter
A raíz del caos en la red social, el magnate ha avisado a los empleados de la plataforma que no puede descartarse la bancarrota de la compañía. «La declaración de bancarrota no puede descartarse», señaló el viernes en una reunión presencial con el personal de la sede central en San Francisco, a quienes recordó que el teletrabajo se ha terminado y que deben volver a las oficinas, so pena de ser despedidos.
En este ambiente de incertidumbre, varios directivos de la compañía siguen abandonando sus cargos, entre ellos Yoel Roth -que en la última semana figuraba como estrella emergente de Twitter y al que el propio Musk citó con frecuencia en sus tuits- y Robin Wheeler, según la misma agencia, que cita fuentes que pidieron el anonimato. Roth y Wheeler habían acompañado a Musk en sus primeros pasos en Twitter como propietario único y le habían ayudado, a través de tuits que Musk después retuiteaba, a perfilar una nueva política de moderación de contenidos que tenían como propósito tranquilizar a los usuarios, pero sobre todo a los anunciantes, fuente principal de ingresos de la red del pajarito.
Estos dos nombres se suman a los abandonos de otros ejecutivos conocidos horas antes: Lea Kissner, Damien Kieran y Marianne Foggerty, que pasaban por ser los máximos responsables de las unidades de seguridad para los usuarios y que supuestamente dejaron la empresa en las últimas horas (solo Kissner lo ha reconocido en su propia cuenta en la red).
La Comisión Federal de Comercio se pronunció el viernes a través de un portavoz, y dijo que estaban siguiendo de cerca «con profunda preocupación» los últimos acontecimientos en Twitter, recordaron a Musk que «ningún director ejecutivo está por encima de la ley» y que disponen de herramientas suficientes «para asegurar el cumplimiento» de las normativas.