El ‘caso Mbappé’ está cerca de llegar a su final, es cuestión de días. El Real Madrid, por su parte, sigue preparando la temporada de la mejor manera posible. De hecho, el conjunto de Carlo Ancelotti ha puesto rumbo a Estados Unidos. Adidas ha tenido un claro protagonismo en este viaje, el mismo que tendrá en el fichaje de Mbappé.
El futuro de Mbappé con el PSG prende de un hilo. A estas alturas del mercado, las relaciones entre el club y el jugador están totalmente rotas. Las posturas de ambas partes siguen muy lejanas, una circunstancia que puede terminar con la salida de Mbappé rumbo al Real Madrid. El próximo 31 de julio parece la fecha límite impuesta por Al-Khelaifi para cerrar el culebrón. El club blanco, mientras tanto, se mantiene expectante y centrado en lo suyo.
De esta forma, el Real Madrid, este miércoles, ha dado comienzo a la gira por Estados Unidos. El conjunto de Carlo Ancelotti ha puesto rumbo a Los Ángeles, donde el club tenía preparada una gran sorpresa. El Madrid ha presentado su segunda equipación durante el viaje del equipo. Los jugadores han salido de Valdebebas con ellas puestas y se han fotografiado con la misma en el avión. Jugarán con ella ante el Milan en el primer amistoso de la pretemporada.
Una forma más que ingeniosa y novedosa de presentar la segunda equipación de la nueva temporada, todo ello antes de lo que puede ser la noticia de la temporada, y de la que Adidas está muy pendiente, el fichaje de Mbappé por el Real Madrid. Por tanto, el club blanco y la marca que viste al equipo están en contacto directo en las últimas semanas, ya que tiene que estar todo listo por si se materializa la llegada del francés a Chamartín.
Locura
Adidas y el Real Madrid han hecho estimaciones de la cantidad de camisetas que puede vender Mbappé, y los números asustan. De hecho, la marca alemana cree que se podría romper el registro de Cristiano Ronaldo cuando llegó al club blanco.
Por esta razón, ante semejantes cifras, es lógico que Florentino y Adidas comiencen a pactar y a dejar todo medio atado. Podemos estar ante una locura desmedida, que tiene al Madrid y a los alemanes frotándose las manos.