Lo que sucedió ayer en el Ramón Sánchez Pizjuán fue una muestra más de lo podrido y moribundo que está actualmente el sistema arbitral en el fútbol español.
Ricardo De Burgos Bengoetxea, que a pesar de los nefastos arbitrajes que ha realizado estos años contra el Real Madrid, sigue arbitrando a los blancos y volvió a perjudicar ayer gravemente al conjunto de Ancelotti, que no pudo pasar del empate en Sevilla.
Un gol mal anulado, otro posiblemente también, un penalti muy claro sobre Vinicius y las constantes faltas que permitió De Burgos sacaron de quicio a un Real Madrid que está seriamente preocupado y completamente harto de los arbitrajes en España. Y, todo ello, después de todo lo que ha sucedido con respecto al Caso Negreira.
Florentino, indignado
Desde Chamartín están completamente indignados después del nuevo arbitraje lamentable que ofreció De Burgos Bengoetxea, al que RMTV va a tener que dedicarle un documental entero.
«Jamás hemos vivido algo parecido», aseguró tras el partido de ayer en el Sánchez Pizjuán el presidente Florentino Pérez, según han podido saber fuentes internas del club blanco.
El vestuario tampoco daba crédito a lo que acababa de suceder y Ancelotti, en rueda de prensa, se limitó a decir que «no digo lo que pienso porque me caerían muchos partidos».
Una vez más se evidenció que el espíritu de Enríquez Negreira sigue vigente en la competición. Una competición en la que el Real Madrid debe rozar la perfección para poder ganarla. Lo de ayer fue un nuevo ejemplo de ello.