Jota Jordi dio todo un espectáculo en directo y sus comentarios han dado mucho de que hablar entre los madridistas. Desde la euforia a la decepción, además, no dudó en quejarse absolutamente por todo lo que ocurría sobre el terreno de juego.
El partido comenzó felizmente para el tertuliano blaugrana tras el tanto de Gündogan en el primer tramo del encuentro. Esto provocó que Jota Jordi comenzara a realizar comentarios como «vaya paseo del Barcelona» o «el Real Madrid no está haciendo nada» en los seis primeros minutos del Clásico.
Además, reconocido antimadridista estaba disfrutando de las patadas de Gavi sobre Bellingham y así lo hacia llegar de forma orgullosa: «Fijaros en los recaditos que le deja Gavi a Bellingham cada vez que toca el balón. Se lo está comiendo».
Pero el momento más algido llegó con la acción de Joao Félix y Carvajal, donde el defensor madridista quita limpiamente el balón al portugués que se quedaba solo ante Kepa: «Falta falta, pero bueno. Escúchame. ¿Cómo que no pita nada?» admitía Jota Jordi mientras se llevaba las manos a la cabeza.
No fue la única, ya que al terminar la primera parte pidió un penalti inexistente: «Penalti clarísimo de Tchouaméni sobre Araujo. ¡Paren, paren que no saquen! La tienen que revisar. Es penalti clarísimo, que no le deja rematar», afirmó exaltado el tertuliano blaugrana.
Soñará con Bellingham
En la segunda mitad, el show no remitió, pidiendo faltas y manos que eran inexistentes. Sin embargo, el golazo de Bellingham silenció por completo a un Jota Jordi que estaba muy subido en el Chiringuito Inside. Además, el tertuliano blaugrana sorprendió afirmando esto sobre el gol que recibió Ter Stegen: «Se lo ha comido«.
El Real Madrid se hizo con el control del partido y se podían escuchar en la retransmisión los gritos de desesperación de Jota Jordi. Gil Manzano decidió no pitar un penalti clarísimo sobre Camavinga y el tertuliano culé no dudó en afirmar que: «Le gana la posición, no es penalti«.
Jota Jordi se temía lo peor, arrodillado en el suelo y pidiendo que el partido se acabara cuanto antes. Pero llegó el mejor momento para los madridistas, el segundo tanto de Bellingham hizo vibrar al Chiringuito Inside y el aficionado culé terminó cabizbajo y completamente hundido.