El nombre de Kylian Mbappé vuelve a ser objeto de debate, aunque en esta ocasión no por sus goles ni por su rendimiento deportivo, sino por un asunto personal: el hecho de que no tiene carnet de conducir. El asunto, que parecía anecdótico, ha tomado dimensión mediática después de que Fayza Lamari, madre del futbolista, justificara la situación alegando «razones de seguridad» y las dificultades que afronta su hijo para realizar recados cotidianos sin ser asediado por los aficionados.
Estas explicaciones no convencieron al exfutbolista Samir Nasri, que no dudó en criticar con dureza la postura de Mbappé y de su entorno. En declaraciones a la prensa francesa, el exjugador del Olympique de Marsella y del Arsenal, entre otros clubes, lanzó varios dardos que han abierto un debate en Francia y en el mundo del fútbol.
«A los 22 años aprendes a usar una tarjeta de crédito y a obtener tu licencia, seas una estrella o no. Nos hicimos profesionales a los 17. A los 17 años jugaba en el Marsella, y eso no me impidió salir, caminar por la calle y ver gente. Sí, hay gente que se te acerca y te pide fotos. Pero hay que afrontar la vida. También hay que tener independencia», ha asegurado Samir Nasri, unas palabras que han causado muchísimo revuelo.

«Han salido estrellas más grandes que él. ¡Puede salir a la calle sin causar revuelo! Hay gente que lo para y se saca fotos con él, pero ese es el precio de la fama. Cuando tenía 18 años, fui a comprar pan. Mi padre conducía, así que bajé del coche y entré en la panadería a comprar pan en Marsella, una ciudad que vive solo del fútbol. Tenía que hacerlo para mantenerme en contacto con la vida real», ha expresado.
Mbappé no es un futbolista cualquiera
Lo cierto es que el caso de Mbappé no es ni siquiera similar al de otros futbolistas. La figura del francés trasciende lo deportivo, y se ha convertido en objeto de un seguimiento mediático constante. Al mismo tiempo, el fervor que genera entre los aficionados puede generar situaciones complicadas de seguridad. En eso se basa el argumento de su madre, Fayza Lamari: cada salida pública de Mbappé provoca aglomeraciones, lo que haría inviable que el futbolista pudiera conducir o hacer recados sin exponerse a riesgos.
Como bien ha explicado Nasri, la fama tiene un precio y cada caso es distinto. En el caso del futbolista del Real Madrid, sería imposible que diera 2 pasos por cualquier calle de Madrid u otra ciudad sin que se le echaran encima decenas de aficionados a pedirle fotos o autógrafos. Y más difícil todavía ir al volante de un coche, arriesgándose a persecuciones de aficionados que pondrían en riesgo su seguridad.
Desde fuera es fácil hablar, incluso para un ex futbolista como Nasri, que llegó a ser internacional con Francia. Sin embargo, hay que estar en el pellejo de Mbappé para saber lo que es realmente el precio de la fama cuando eres una figura tan trascendental.