Aurélien Tchouaméni se ha convertido en imprescindible para Xabi Alonso, hasta el punto de que no tiene un relevo claro en el centro del campo. Esto es algo que se puede empezar a subsanar con Camavinga, aun siendo perfiles claramente diferentes. De hecho, podrían llegar a jugar juntos en un doble pivote o con Eduardo como interior en algunos de los encuentros de esta temporada, y es algo que el staff técnico tendrá muy en cuenta.
Lo que necesitaba el pivote francés era coger confianza, que es algo que le ha faltado en sus primeras temporadas. A partir de principios de año comenzó a rendir a un nivel altísimo en el final del curso pasado y ha logrado darle continuidad. Además, Xabi Alonso le ha incrementado todavía más ese nivel de confianza y ahora está siendo uno de los mejores centrocampistas del mundo. Si sigue así, va a convertirse en el mejor de su posición.
Eduardo Camavinga lo va a tener difícil a la hora de competir un puesto con él. Lo positivo es que ambos pueden jugar juntos en algunos partidos y Xabi lo va a valorar. Pero en la mayoría de los encuentros, lo lógico es que el técnico se decante por uno de los dos, a pesar de ser jugadores bastante diferentes. Por lo tanto, no le queda otra que tener paciencia y trabajar para ganarse oportunidades. Hay muchos partidos y Xabi piensa seguir rotando a sus jugadores de forma gradual.
🗣️ Xabi Alonso: “Tchouaméni and Valverde, once again, delivered a very strong performance and gave the team great control over the flow of the game.“ pic.twitter.com/3CTkAStx6D
— Madrid Zone (@theMadridZone) September 20, 2025
Más feliz que nunca
Así se siente Tchouaméni en este momento. Está jugando de maravilla con el Real Madrid y la Selección Francesa y ha callado la boca de todos sus críticos. Llegó a ser pitado por una buena parte del Santiago Bernabéu y ahora ha convertido todo eso en aplausos. Hay que ponerlo en valor, porque eso demuestra la gran personalidad que tiene.

Gracias a él, el equipo está logrando tener equilibrio en el centro del campo, además de contundencia. Se nota que el francés está más fino y algo más rápido, tanto en la carrera como en las intercepciones.