El gol frente al Espanyol fue el colofón a unas semanas espléndidas como líder de la defensa
«Ha sido un gol especial: un tirazo que a veces sale y esta vez lo he intentado y salió. En el entrenamiento es una cosa y en el partido luego cambia todo. Parece fácil pero no lo es», espetó Éder Militao en Realmadrid TV una vez terminado el envite doméstico ante el Espanyol en el Santiago Bernabéu (2-0).
El central brasileño colocó el 1-0 en el electrónico a través de un obús a 30 metros de la portería defendida por Dmitrović. Burló la estirada del guardameta, destapando el tarro de las esencias en un feudo capitalino que no daba crédito a lo sucedido.
Militao no está acostumbrado a facturar goles, máxime de ese cariz. El tanto le dio un impulso en el aspecto moral, aunque, en el momento en el que Xabi Alonso le entregó galones de mando en la línea defensiva hace unas semanas, el internacional con Brasil se puso las pilas.
El jugador venía de una época sibilina. Las dos roturas del ligamento cruzado anterior le dejaron en el dique seco durante prácticamente dos temporadas. Una estocada en toda regla para un Éder Militao que vio frenada en seco su carrera como futbolista profesional.
Ahora, afortunadamente, las tornas han cambiado para bien. «Me encuentro muy bien. Trabajando todos los días para no recaer y tener más lesiones, seguir evolucionando y volver a mi nivel», agregó Éder en la televisión oficial del club madridista.
Este sublime inicio de curso (seis triunfos en seis partidos) tiene también a Militao como artífice de ello. Ha sido titular en cinco de los seis duelos. Tan solo se quedó sin participar en el choque liguero frente al Real Oviedo en el Carlos Tartiere. Sin duda alguna, el ‘3’ del Madrid ha conseguido el cartel de indiscutible a base de buen rendimiento. Juega el que lo merece. Esa es una de las máximas de Xabi.