Xabi Alonso ha empezado su proyecto en el Real Madrid de la mejor manera posible. El técnico donostiarra tiene a su equipo líder en el campeonato nacional de liga y ha ganado el primer encuentro de Champions. De hecho, hasta el momento no sabe lo que es empatar ni perder. Todos los partidos los ha sacado con victorias. Impresionante.
Tanto él como sus ayudantes han insistido en la idea de presionar y ser intensos a la hora de defender. Desde el primer día que pisó Valdebebas ha transmitido este mensaje a sus jugadores. El que no lo haga, no juega.

El madridismo cuenta con muchos motivos para estar contento con lo que ve de su equipo. Además, hay una clara mejoría en estos primeros siete encuentros. El nivel de juego, a día de hoy, es mejor que el de la primera jornada frente al CA Osasuna. Evidentemente, se nota que hay trabajo.
Lo más importante es que, tal y como dice Xabi, todavía queda mucho camino por recorrer. El margen de mejora es abismal y la plantilla está con ganas de conseguir los objetivos marcados a final de temporada. Más aún después de lo que sucedió en el curso pasado. No se cumplieron las expectativas.
Gente importante del club afirma que la clave de este buen comienzo es que el discurso del míster ha calado en sus jugadores. La intensidad está presente en cada sesión de entrenamiento y los futbolistas creen en su entrenador. Van todos a una y el ambiente que se respira es inmejorable.
Primera prueba de fuego
Este sábado es el derbi en el Metropolitano. Supone el primer gran examen para el Real Madrid. La inercia no puede ser mejor y la confianza en conseguir los tres es máxima. Una victoria en el campo del Atlético de Madrid supondría un golpe de autoridad. Los de Simeone, por su parte, se despedirían de cualquier opción para ganar el campeonato nacional de liga. Todo ello en el mes de septiembre. Alucinante.

Así pues, habrá que ver lo que sucede. Las sensaciones son buenas y hay ganas de ganar en un estadio en el que no se conoce la victoria desde el 2022. La plantilla madridista tiene muchas ganas de vencer en territorio hostil. Ojalá así sea.