El Real Madrid se enfrenta al Kairat Almaty en Almaty, en que será el partido más oriental de toda la historia de la Champions League. Tras la dolorosa derrota por 5-2 ante el Atlético, los blancos buscan recuperar confianza y ritmo competitivo en un escenario inédito
El Real Madrid vuelve a disputar su competición fetiche. Esta vez lo hace con la herida todavía abierta del derbi ante el Atlético de Madrid (5-2), una derrota que sin duda ha dolido, y mucho, en el vestuario y a la afición merengue. Fue ayer en rueda de prensa cuando Xabi Alonso lo reconoció sin ningún tipo de rodeos: “Ha sido duro, pero estamos en modo Champions”. El mensaje es claro, toca levantarse tras el derbi y centrarse en la competición fetiche de los blancos, donde se han vivido los momentos más felices de la entidad, la Champions.
El Real Madrid afronta el partido de hoy con una lista de bajas considerable. Carvajal estará un mes fuera por una lesión en el sóleo, mientras que Rüdiger sufre un problema en el recto anterior que le tendrá apartado de los terrenos de juego entre dos y tres meses. Alexander-Arnold también se pierde el inicio europeo por una lesión muscular en el bíceps femoral, con un pronóstico de seis a ocho semanas. Mendy continúa sin fecha de regreso por molestias en el tendón del cuádriceps y, a última hora, Militao tampoco viajará tras una contusión en el tobillo izquierdo.
Esta tarde a los blancos les espera el Kairat Almaty, un rival al que no se le puede conceder relajaciones, en un escenario lejos de casa. El equipo llega con la herida del derbi abierta, pero también con hambre de reivindicación. El colegiado será el italiano Marco Guida, quien debuta en un partido del Madrid en Europa. Las bajas y la necesidad de rotar jugarán un papel clave en el día de hoy, pero hoy se juega lo verdaderamente importante, no perder el pulso en la competición más especial para la entidad blanca.
A una distancia de aproximadamente 6.500 kilómetros de Madrid, el duelo de hoy marca un hito en la historia de la competición europea. El estadio Ortalyq, con capacidad para 23.000 espectadores, será el escenario de este encuentro, el más escenario más al oriente de la historia de la Champions. Una jornada europea que sin duda trascenderá más allá de lo deportivo, en una noche histórica para el fútbol europeo.
Los de Xabi Alonso llegan a este encuentro con la necesidad de superar la dolorosa derrota por 5-2 ante el Atlético de Madrid en el derbi madrileño. A pesar de las significativas bajas, como son las de Carvajal, Rüdiger, Alexander-Arnold, Mendy y Militao, el Real Madrid busca recuperar la confianza y el ritmo competitivo en su competición favorita. Con un Mbappé que sigue en modo goleador y un Arda Guler que parece ser su mejor socio, la entidad blanca viaja hoy a Oriente para disputar el que sin duda es un atípico partido de Champions pero que servirá para recuperar las buenas sensaciones perdidas el pasado sábado en el MEtropolitano.