«He leído varios artículos que dañan mi reputación. Sé que he tenido malas partidas, soy consciente de ello. No me escondo y afronto las críticas con franqueza.
Estoy realmente triste. Pueden decir muchas cosas de mí, pero bajo ninguna circunstancia pueden decir que me niego a jugar. Lo he dado todo y más por este club; he jugado con fracturas y lesiones, y nunca me he quejado ni he pedido un descanso.
Tengo una buena relación con el entrenador, lo que me da la confianza suficiente para decirle qué posición prefiero en el campo, pero siempre, siempre le dejé claro que estoy disponible para rendir en cualquier lugar, en cualquier viaje y en cualquier partido.
He dejado mi corazón y mi alma en este club y seguiré haciéndolo, aunque a veces no sea suficiente o no juegue como me gustaría. Juro por mi orgullo que nunca me rendiré y lucharé hasta el final, jugando donde me necesiten”.