En los últimos días, no se para de hablar de Lamine Yamal, porque el futbolista del Barcelona está siendo protagonista en la previa del Clásico. Ha tenido declaraciones que han sentado muy mal en el madridismo, y también al vestuario del Real Madrid. Por eso mismo, en las redes sociales se está generando mucho ruido, y esto también ha llegado a la Kings League, haciendo que Gerard quiera salir en su defensa.
«Lamine es especial. No sabemos cuanto tiempo podremos disfrutar de él. No nos lo carguemos (…) En el fútbol actual debes cuidarte. Todos los jugadores que suben ahora, viven el fútbol de una manera distinta. Pero se cuidan. Hay que aceptar a Lamine como es. Obviamente, ganará experiencia; nadie es igual a los 18 que a los 38. ¿Y las críticas del Madrid? Es comprensible. Les encantaría tener su propio Lamine.», afirmó Gerard Piqué durante la retransmisión de Jijantes. Algunos intuyen que esto se refiere a la etapa del jugador en el Barça, mientras que otros consideran que el central se refería a Lamine como futbolista.
Lo cierto es que si Lamine sigue por este camino, tiene muchas posibilidades de acabar estrellándose, porque está teniendo demasiada soberbia. Con 18 años recién cumplidos y sin ser nadie todavía en el fútbol, uno debería tener mucho más respeto, tanto a los rivales como a los aficionados. Sabía perfectamente la repercusión que iban a tener sus palabras y el enfado que podían generar.
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Gerard Piqué: «Lamine es especial. No sabemos cuanto tiempo podremos disfrutar de él. No nos lo carguemos.»
🗣️: «En el fútbol actual debes cuidarte. Todos los jugadores que suben ahora, viven el fútbol de una manera distinta. Pero se cuidan. Hay que… pic.twitter.com/cLwPw5ctwL— Jijantes FC (@JijantesFC) October 24, 2025
La doble vara de medir
Es algo que se ha evidenciado mucho al comparar cómo se está tratando la situación de Lamine Yamal a como se haría si fuese Vinícius Júnior el que hubiese actuado de esa manera. Además, también hay que tener en cuenta cómo se rieron algunos periodistas del brasileño nada más llegar a España, cuando él no había tenido ningún mal comportamiento.