El Real Madrid se llevó el domingo pasado el Clásico ante el Barcelona (2-1), en un estadio Santiago Bernabéu que volvió a llenarse para deleitarse con la duodécima victoria de 13 posibles en esta temporada, y recuperó la chispa competitiva perdida frente al eterno rival después de los enfrentamientos directos de la pasada campaña. Bien es cierto que el equipo de Xabi Alonso tuvo que lidiar con el arbitraje nefasto de César Soto Grado, que anuló un gol a Kylian Mbappé y se desdijo de un penalti que señaló de primeras sobre Vinicius Junior al inicio del encuentro, pero reaccionó a tiempo y, en todo caso, certificó un triunfo justísimo ante un oponente descolocado.
La recuperación de las sensaciones positivas en un duelo contra el Barça, que entre Lamine Yamal y Joan Laporta calentaron el Clásico con unas declaraciones previas al partido absolutamente impresentables, son muy importantes en el seno del Madrid, con una afición satisfecha en el plano deportivo y también fuera de él, reconciliándose con Dani Carvajal por poner en su sitio al extremo culé. Pero en el ‘staff’ de Xabi son críticos, hasta el punto de que lamentan que el resultado en el Clásico no fuera mayor después del peligro que ocasionaron en ataque Mbappé, autor del primer gol y que falló un penalti, Vinicius y Jude Bellingham, el artífice del segundo tanto.
De acuerdo con ‘The Athletic’, el entorno de Alonso habló largo y tendido tras el choque con el Barcelona y una fuente que ha sido consultada por el medio, manteniéndose en el anonimato, ha subrayado que podrían haber marcado perfectamente siete goles a los azulgranas. El cuadro de Hansi Flick, que vio el partido desde el palco tras su expulsión ante el Girona (2-1), no está ya tan fino en defensa como antaño y la línea del fuera de juego no resulta tan efectiva. Al final, jugar de una única manera tiene el inconveniente de que a uno le acaban cogiendo la matrícula y quien erró, si es sabio, sabe rectificar.
Es lo que le ocurrió al Madrid, ya que, a diferencia del año pasado, cubrió de manera inteligente el centro del campo con la entrada de un futbolista más, Eduardo Camavinga. El ‘6’ hizo de pinche perfecto de Aurelién Tchouameni, cuyo trabajo discreto no se valora del todo aún por los aficionados, y con dos jugones (Arda Güler y Bellingham), la medular del equipo dio un salto de calidad y competitividad. Si además uno cuenta con el estado espectacular de Mbappé y el desparpajo de Vinicius, el ‘experimento’ no puede salir nada mal. Y así ocurrió, porque, pese a cierto ‘espíritu Negreira’, el Madrid golpeó cuando más debía hacerlo, aunque con un resultado muy ajustado.
El Madrid asedió al Barça
Con las estadísticas en la mano, el Madrid ‘goleó’ al Barça. Los blancos remataron a la portería de Wojciech Szczesny hasta en 23 ocasiones, con 10 disparos directos hacia el meta polaco, mientras que los azulgranas sólo probaron a Thibaut Courtois en seis ocasiones. El gol de Fermín, en el minuto 37, fue el primero entre los dos palos que realizó el Barcelona, que fue mucho más efectivo que el Madrid, que también triplicó los saques de esquina que tuvo ante el eterno rival (12 por cuatro de los culés). Igualmente, hubo cinco fueras de juego del Madrid por sólo dos del Barça, aunque el ‘frame’ escogido por Mediapro, que cuenta con un insigne aficionado del Barça al mando, ya sabemos cómo funciona…