El Real Madrid regresaba al mítico Anfield para un duelo clásico del viejo continente: Liverpool-Real Madrid. Los ‘Reds’ recibían al Rey de Europa en la jornada 4 de la fase de grupos de la UEFA Champions League.
La última vez que se vieron las caras ambos clubes, el conjunto blanco cayó duramente derrotado por 2-0, con un Mbappé neutralizado y hundido. Hasta erró una pena máxima que lo dejó sumamente tocado anímica y mentalmente. Pero el ‘Kiki’ de ahora es otro muy diferente. Hoy porta el ’10’ y llega con más hambre que nunca. El astro francés acumula 18 goles y 2 asistencias. Líder absoluto de este Real Madrid. Y a su lado, su fiel escudero, Arda Güler, que suma 3 tantos y 6 pases de gol. Se buscan como tú y tu mejor amigo en el ‘partidillo’ del recreo. Delantero y centrocampista se entienden por Bluetooth. Esta pareja, que a muchos recuerda a la formada por Cristiano y Özil, se presentaban en la ciudad de los Beatles como la principal amenaza para un Liverpool que afrontaba el encuentro en una situación delicada.
Courtois, salvador
Noche europea en Anfield, y eso significa nervios a flor de piel y toda la parroquia ‘red’ coreando el You’ll Never Walk Alone. Pelos de punta. Por otro lado, música de viento para Trent Alexander-Arnold durante el calentamiento previo. Al inglés no se le veía muy afectado.
El Liverpool salió al verde con una presión asfixiante. Fruto de ello fueron las primeras pérdidas de balón del Real Madrid. Los de Xabi Alonso necesitaban subir revoluciones para equipararse al equipo rival. Pasado el cuarto de hora, la ‘BMV’ trenzó una combinación desde el costado izquierdo hacia la frontal del área, que culminó con un disparo de Mbappé que se marchó varios metros por encima del travesaño. Primer aviso de los blancos. El partido se encontraba pendiente de un hilo: cualquier error o despiste podía pasar factura en el devenir del encuentro.
En el minuto 26, apareció el ‘hombre milagro’. ‘San’ Thibaut Courtois obró el milagro realizando una parada antológica a Szoboszlai. El belga repelió con la bota una acción a bocajarro. Poco después, le pitaron mano a Tchouaméni en la frontal del área. En primera instancia, el colegiado señaló falta y, a continuación, le avisaron desde el VAR para que la revisara. Kovács decidió que la mano estaba dentro del área, pero no era suficiente para señalar la pena máxima.
Por momentos, el club blanco sufría y no era capaz de conectar varios pases con cierta facilidad. El equipo británico dominaba la posesión. Arda Güler también reclamó un posible penalti al ser derribado por Robertson. El árbitro rumano ni se inmutó. Szoboszlai intentó probar suerte una vez más, esta vez un derechazo cruzado que se topó con la mano de hierro de Courtois. Si había un santo al que tenían que rezar los jugadores madridistas, ese era ‘San’ Thibaut Courtois. Un seguro de vida. Sin él, el conjunto blanco se habría marchado al vestuario dos abajo.
Poco fútbol
La segunda parte arrancó con otro recital de Courtois. Atajadas de todos los colores. Manoplas, paradas a mano cambiada, a bocajarro nuevamente, estiradas propias de un extraterrestre… un salvavidas. Durante los instantes iniciales, el Real Madrid tuvo que hacer frente al vendaval ‘red’. Tres testarazos potentes de Ekitiké y Van Dijk. Sacar el balón, misión imposible para los blancos.
Y en el 60′ llegó el jarro de agua fría. Inevitable tras el asedio del Liverpool. Szoboszlai, un especialista a balón parado, colgó un centro preciso teledirigido a la cabeza de Mac Allister. El argentino derribó el muro de Courtois. Inapelable el remate. 1-0 merecido.
El partido requería más chispa y electricidad por parte del Madrid. El técnico tolosorra introdujo a Rodrygo por delante de otras piezas como Brahim, buscando desequilibrio. El brasileño se posicionó en la banda derecha. Poco después, Kylian Mbappé se acercó tímidamente, pero el crack galo abrió demasiado el interior del pie. Era momento para las estrellas. Mbappé, Vinícius, Bellingham y Rodrygo tenían que echarse el equipo a la espalda y buscar la heroica. Un desmarque, un regate inesperado o algo para dar la vuelta al resultado adverso.
Courtois tuvo que intervenir para evitar la setencia en un golpeo de Gakpo, y a continuación, Militão a ras de suelo para despejar el ‘chut’ de Salah. Los de Xabi Alonso no lograron generar jugadas de gran peligro en tiempo añadido. El Real Madrid tenía la oportunidad de dar un golpe sobre la mesa. Vuelta a Madrid con el primer tropiezo de la temporada en la máxima competición europea.
Ficha técnica:
Real Madrid: Courtois; Valverde (Brahim 90′), Militão, Huijsen, Carreras; Camavinga (Rodrygo 69′), Güler (Trent 81′), Tchouaméni, Bellingham; Vinícius y Mbappé.
Liverpool: Mamardashvili; Bradley, Van Dijk, Konaté, Robertson (Kerkez 88′); Gravenberch, Mac Allister (Curtis Jones 79′), Szoboszlai; Wirtz (Chiesa 88′), Salah y Ekitiké (Gakpo 79′).
Goles: Mac Allister (61′).
Árbitro: István Kovács.
Estadio: Anfield.