El Real Madrid ha jugado esta noche la cuarta jornada de la primera fase de la Champions contra el Liverpool en Anfield y ha sido derrotado por un solitario tanto de Alexis Mac Allister, que llegó tras una falta lateral en el minuto 61 de partido. Los blancos, que tuvieron buenos momentos en el primer tiempo, se desubicaron en la segunda parte y, después de dejar que los ingleses se acercaran tanto al área -y con jugadas de estrategia-, el tanto llegó.
Con un inicio electrizante por parte del Liverpool, que taponó al Madrid en su propia área, los locales dieron un paso desde el principio para llevarse los tres puntos, aunque la presión de los ‘reds’ no fue tan alta. Con el paso de los minutos, el cuadro de Xabi Alonso consiguió reponerse y hacerse con el control del encuentro, con un Pool que se replegaba y, de manera muy hermética, jugaba de manera grupal.

El Madrid tuvo sus ocasiones, pero volvió a perder el ‘tempo’ del encuentro antes del descanso. Entonces el Liverpool pudo adelantarse por una mano de Aurelién Tchoaumeni que, gracias al VAR, no se señaló, ya que, a pesar de ser clara, la tenía pegada al cuerpo. Los visitantes también se quejaron de un penalti a Vinicius Junior, sobre todo, aunque pudo haber justo antes otro a Arda Güler.
Justo antes del pitido que mandaba la cosa al descanso, el Liverpool contó con hasta tres ocasiones claras y en todas ellas apareció, de manera milagrosa casi, Thibaut Courtois. El belga fue el mejor del Madrid, que firmó un partido gris ante un rival más agresivo e intenso, aunque lejos de su mejor versión. Sin estar tan lúcido, supo poner en problemas serios al Madrid, que venía de su mejor momento de la temporada.
El Liverpool golpea
El Liverpool inició el segundo tiempo como terminó el primero y con excesivas licencias expedidas por el Madrid, que le ‘regaló’ diversas acciones a balón parado. Precisamente, un aspecto donde los británicos son muy fuertes. Tras varias manos prodigiosas, nuevamente, de Courtois, no pudo hacer nada en una falta lateral botada por Dominik Szoboszlai y en la que remató solo Mac Allister, imponiéndose a una defensa cuyos centrales son portentos físicos.
Lo intentó el Madrid, pero no llegó a tener el colmillo del primer tiempo y, para colmo, tampoco estuvo lúcido ni efectivo en las jugadas ofensivas. Los cambios, con Rodrygo Goes como principal revulsivo, tampoco ofrecieron ninguna solución viable al equipo, que cedió tres puntos en una visita muy importante en jugadas que debían haber estado superadas en todo momento. Es la primera derrota de la temporada del Madrid en Europa, pero hay que saber recuperarse cuanto antes: el domingo toca dar la cara en la Liga contra el Rayo Vallecano (16.15 horas).