El central madridista, David Alaba, aprovecha las convocatorias con Austria para sumar minutos
David Alaba vive dos realidades totalmente divergentes. Con su selección es indiscutible, nadie duda del rendimiento que puede ofrecer como ‘kaiser’ de la defensa. Sin embargo, la situación cambia de cariz cuando se coloca la camiseta del Real Madrid.
En la casa blanca, el zaguero austriaco no aparece en la hoja de ruta de Xabi Alonso. Las lesiones y la competencia en la retaguardia forman un cóctel molotov incontrolable. En lo que va de temporada, Alaba solo ha participado en cuatro encuentros: ante Real Sociedad, Levante, Kairat Almaty y Getafe. En el Coliseum fue de la partida, pero, para más inri, volvió a verse acuciado por los problemas físicos.
Durante las últimas campañas, el defensor madridista ha encadenado la mayoría de minutos con su combinado nacional. Su rotura de ligamento cruzado, en noviembre de 2023, le apeó de la titularidad en el conjunto de Chamartín. A partir de ese funesto momento, que le obligó a pasar por el quirófano en más de una ocasión, el jugador pasó a ser un tercer espada en la plantilla.
Así que cada vez que irrumpe un parón de selecciones en el calendario, a David Alaba le cambia sobremanera el semblante. Lógico. Bajo la elástica de su país, el ex del Bayern de Múnich disfruta del deporte que tantas alegrías le ha dado durante su prolija carrera.
El central del Madrid afronta dos encuentros correspondientes a la fase de clasificación para el Mundial 2026. Este sábado, Austria pasa revista frente a Chipre. Además, el próximo martes, el bloque comandado por Ralf Rangnick se enfrentará a Bosnia y Herzegovina.
Una vez retorne el fútbol de clubes, Alaba regresará a la caseta. El técnico tolosarra cuenta con bastante materia prima en la defensa, y tendrá que deshojar la margarita en aras de decantarse por Huijsen o Asencio. El canterano está rindiendo mejor. Hay debate entre el madridismo.