Naufragio del equipo de Xabi Alonso en la víspera de la visita del Manchester City de Pep Guardiola en la Champions League
Este próximo miércoles, el Real Madrid tendrá que plantarle cara a otro de los trasatlánticos del firmamento futbolístico. El Manchester City, que ha acumulado una prolífica racha en las últimas semanas, se presenta en un Santiago Bernabéu erosionado por los malos resultados.
El cuadro de Xabi Alonso solo ha ganado dos de los últimos siete encuentros, y, cuando tenía la oportunidad de dar rienda suelta a los buenos automatismo escenificados en San Mamés, su equipo volvió a tropezar con la misma piedra. El Madrid ha vuelto a entrar en barrena en el peor momento posible.
El Celta de Vigo silencia el Santiago Bernabéu
El regreso al feudo de Chamartín se presentaba como una ‘vendetta’ tras los sinsabores en Anfield, Vallecas, Elche y Girona. Sin embargo, los blancos desdeñaron la primera parte frente al Celta de Vigo. Ni rastro de actitud e intensidad. Luego, río arriba, con el marcador apremiando, sí que hubo reacción. La expulsión de Fran García ayudó a mostrar otra cara totalmente antagónica.
Como viene siendo tendencia, a la escuadra capitalina le faltó juego. Hay carencias a la hora de fabricar fútbol. Y cuesta generar ocasiones. Además, la mayoría de rivales están encontrando resquicios en la defensa de un Real Madrid que, si quiere rayar una victoria ante el City, tendrá que dar un cambio brutal. Necesita un giro copernicano.
Xabi Alonso quiere mirar hacia adelante
«Esto es responsabilidad de todos, no solo de jugadores, cuerpo técnico o club. Tenemos que asumir entre todos querer hacer las cosas bien y afrontar cada partido como el más importante que hay. Hoy los tres puntos que se nos han ido son importantes, pero no decisivos. Todavía queda mucho. Es una responsabilidad y un trabajo de todos juntos», esas fueron las palabras de Xabi en la rueda de prensa posterior a la derrota.
El bloque madridista ha menguado claramente en este tramo de temporada. El 0-3 conseguido en el estadio del Athletic Club parecía el inicio de una etapa dulce, en cambio, la parroquia merengue avistó anoche la peliaguada realidad que acompaña a su club. Final a la vista.