En las últimas horas, los medios de comunicación están centrando los objetivos del Real Madrid para sustituir a Xabi Alonso en dos nombres: Álvaro Arbeloa y Santiago Solari. El primero, está haciendo un gran trabajo en el Real Madrid Castilla y lo ha hecho genial en la cantera, pero todavía no tiene ninguna experiencia en la élite. En cambio, Solari estuvo 7 temporadas en la cantera madridista y 4 meses en el banquillo del primer equipo después de la destitución de Lopetegui.
Este último fue el apagafuegos del Real Madrid y señaló a Isco y a Marcelo por su baja forma física, pero la plantilla no terminó de funcionar bien. Sin embargo, no dudó en dar oportunidades a los chavales jóvenes que querían tirar la puerta abajo. Pero Solari lleva sin entrenar desde el año 2022, en el que se convirtió en director de fútbol profesional en el equipo merengue.
🚨 BREAKING: Real Madrid are considering making SANTIAGO SOLARI the new coach if Xabi Alonso is fired.
They’re not looking for an «outside coach» @diarioas pic.twitter.com/fXZjZRC29A— Madrid Zone (@theMadridZone) December 15, 2025
Solari tiene 49 años y Arbeloa es un poco más joven, tiene 42. Aun así, ambos son entrenadores con una metodología bastante moderna, al igual que la de Xabi Alonso. Sin embargo, según la información de José Félix Díaz, director de AS, el club blanco estaría contemplando la opción de Santiago Solari por encima de todas y descarta el fichaje de un entrenador externo.
Por lo tanto, la opción de Álvaro Arbeloa sería más secundaria. Se entiende que esto se debe al gran trabajo que está haciendo en el Castilla, con el que puede lograr que se compita en la fase de ascenso a Segunda División. Si no, es muy probable que estuviese por delante de Solari, que lleva ya un tiempo sin entrenar y no ha tenido tan buenos rendimientos en sus equipos.

Xabi quiere seguir
A día de hoy, el técnico español sigue viéndose con fuerza para sentarse en el banquillo del Real Madrid. Tiene el apoyo de todos sus jugadores y todavía es posible luchar por todos los trofeos. Por eso mismo, no se quiere rendir antes de lo previsto. Cree en sus futbolistas y en el trabajo que están realizando y espera callar muchas bocas.
Entiende el nerviosismo y las críticas por los malos resultados, pero cree que es algo que forma parte del proceso y que hay que darle cierta normalidad mientran esté en juego todo.