El Barcelona sigue estando acosado por todos los frentes y la sombra del ‘caso Negreira’ está logrando manchar la reputación de un club que pagó durante, al menos, 17 años (2001-2018) al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y no sabe para qué exactamente, aunque todos lo suponemos. El caso de corrupción más grave de nuestro fútbol afecta sobremanera a un Barça que ha visto cómo se pone en cuestión sus títulos más recientes, en su época más dorada, y ni siquiera la obra del Camp Nou, con más de un pufo, silencia el escándalo.
Precisamente, la remodelación que se está llevando en el nuevo estadio, que se ha rebautizado como Spotify Camp Nou, ha provocado otro agujero grave en las cuentas del Barcelona, con un Joan Laporta que, a pesar de las palancas financieras, no ha hecho más que sumar pérdidas en estos últimos ejercicios. Y el plan del presidente azulgrana pasa por hacer pagar al aficionado los desfalcos de su terrible gestión, como ha puesto de manifiesto el Barça a la hora de comunicar los precios de los asientos VIP para el Clásico contra el Real Madrid del próximo 9 ó 10 de mayo de 2026.
Según ha señalado en su web, el Barça vende las entradas de los palcos a 4.000 euros, generándose un clima de sorpresa, incredulidad y enfado entre los seguidores culés. Está claro que el Barça, en quiebra técnica desde hace varios años, busca solventar sus problemas pecuniarios a base del aficionado, que es la esencia en el fútbol. Ya impactaron los precios abusivos para conseguir entradas ante el Athletic Club (4-0), el primer partido en el que el equipo de Hansi Flick volvió a jugar esta temporada en el Camp Nou, y Laporta ha vuelto a conseguirlo.
Las zonas VIP del estadio del Barça cuentan con asientos de lujo, acceso a una sala VIP exclusiva y un catering tanto pre-partido como post-partido, por lo que se recoge en la web de la entidad. Es cómo justifica el Barcelona pedir la friolera cifra de 4.000 euros a los que estén interesados en ver un Clásico que se ha convertido, según parece, en un capricho de ricos. En la Ciudad Condal buscan maximizar beneficios con la venta de estas entradas, a la espera de que el Bacelona consiga la licencia de ocupación para el resto del recinto. Actualmente, el Camp Nou ha conseguido alcanzar la fase 1B, que permite la entrada de 45.000 espectadores.
El Madrid, la ‘trampa’ para sisar
El Barça quiere hacer su particular agosto con la visita del Madrid a Cataluña, que tendrá lugar, paradójicamente, en primavera de 2026. Laporta quiere aprovechar el Clásico para cuadruplicar los ingresos en los asientos VIP, ya que actualmente el precio para sentarse en los mejores lugares del Camp Nou oscilaba en torno a los 1.000 euros y, para el Clásico, estos boletos serán de 4.000. La diferencia, por tanto, es muy importante y es una manera de sisar a muchos seguidores cuyo perfil dista mucho del estereotipo medio que sigue nuestro balompié.
Mientras tanto, el Barça sigue trabajando para conseguir llenar más un Camp Nou que se ha estrenado antes de tiempo y cuyas obras están precedidas de muchos escándalos. La remodelación marcha con retraso y se supone que terminará en 2028, aunque Laporta es de trabajar a corto plazo y su objetivo pasa por conseguir ahora la licencia 1C para poder reunir a 62.500 culés en el estadio.