Eran otros tiempos, era otra la historia… Claro. Los años pasan, el mundo evoluciona, el deporte va cambiando en algunos aspectos y las comparaciones se vuelven irreales. No es lo mismo antes que ahora. Y Diego Maradona lo dejó bien claro en un posteo en el que marcó las diferencias, además de mostrar su enojo a los que lo acusan de haberse borrado de la Selección, y cerrando con una frase contundente: «Aunque en algún momento yo no haya estado, la 10 va a ser siempre mía».
«Hoy se cumplen 35 años de este partido de Eliminatorias contra Venezuela, en 1985. Yo ya había jugado dos amistosos antes, contra Paraguay y Chile, unos días antes. Pero este era mi primer partido oficial, después del Mundial 82. En esos casi tres años de ausencia, tuve hepatitis, una fractura de tobillo, y los problemas que teníamos los «extranjeros» para jugar en la Selección. Antes no habían fechas FIFA, los clubes te retenían el pasaporte, y las federaciones no estaban obligadas a cedernos. Aquél era OTRO FÚTBOL. Era otro mundo», arranca el texto de Diego, adjuntando dos videos de ese encuentro. Más allá de que el aniversario de ese encuentro fue el 26 de mayo, el recuerdo vale. Era el primer partido oficial en la clasificación rumbo al Mundial 1986, el que luego sería su limbo. Fue victoria 3-2 en el Estadio Polideportivo de Pueblo Nuevo, San Cristóbal, con doblete de Maradona y otro gol de Passarella.
Argentina ganó ese Grupo 1 y clasificó como la mejor selección sudamericana. Pero nada fue sencillo. Y el 10 lo contó: «Al llegar a Venezuela, una persona me rompió́ la rodilla de una patada, entrando al hotel. Eso hoy no podría pasar. Por eso le digo a los periodistas, que hoy hacen mil comparaciones, mil estadísticas, a los que piensan que descubrieron el fútbol, que no se puede comparar. Antes no era como ahora. Era todo distinto. Las canchas, la pelota, los botines, el arbitraje, el entrenamiento, la alimentación, la medicina, el periodismo, los medios de comunicación, el transporte, los hoteles, el descanso. El Fair Play no existía, te cagaban a patadas. Y si no tenías la Copa del Mundo, no había paraíso. Por eso, Bilardo armó una Selección con jugadores locales durante los primeros años. No hubieron «europeos». Passarella, Burru y Valdano tampoco venían a jugar. A ellos tampoco los dejaban venir». Diferencias…
¿A qué se debe el posteo de Diego? ¿A solo recordar cómo empezó el camino a la gloria? ¿Disfrutar de dos de sus goles en la Selección? ¿Revelar lo difícil que era ir de visitante? No. «Con todo esto quiero decirles que yo no me borré. Que yo NUNCA me saqué la camiseta de la Selección. No le mientan a la gente. Que la cuarentena no les afecte, muchachos. Porque aunque en algún momento yo no haya estado, la 10 va a ser siempre mía», cerró.
Algo de cierto hay. Maradona hizo del número 10 un cifra mítica. Muchos la quisieron usar porque «es el dorsal de Diego». La lució, la hizo brillar, la llevó a lo más alto y se la quedó. Ahora, ¿se la presta a Messi? ¿O Leo es el otro gran dueño de la 10 nacional? Por lo pronto, Diego banca a Lionel y cada vez que puede, lo llena de elogios.
El texto completo:
«Hoy se cumplen 35 años de este partido de eliminatorias contra Venezuela, en 1985. Yo ya había jugado dos amistosos antes, contra Paraguay y Chile, unos días antes. Pero este era mi primer partido oficial, después del Mundial 82. En esos casi tres años de ausencia, tuve hepatitis, una fractura de tobillo, y los problemas que teníamos los «extranjeros» para jugar en la selección. Antes no habían fechas FIFA, los clubes te retenían el pasaporte, y las federaciones no estaban obligadas a cedernos. Aquél era OTRO FÚTBOL. Era otro mundo. Al llegar a Venezuela, una persona me rompió́ la rodilla de una patada, entrando al hotel. Eso hoy no podría pasar. Por eso le digo a los periodistas, que hoy hacen mil comparaciones, mil estadísticas, a los que piensan que descubrieron el fútbol, que no se puede comparar. Antes no era como ahora. Era todo distinto. Las canchas, la pelota, los botines, el arbitraje, el entrenamiento, la alimentación, la medicina, el periodismo, los medios de comunicación, el transporte, los hoteles, el descanso. El Fair Play no existía, te cagaban a patadas. Y si no tenías la copa del mundo, no había paraíso. Por eso, Bilardo armó una selección con jugadores locales durante los primeros años. No hubieron «europeos». Passarella, Burru y Valdano tampoco venían a jugar. A ellos tampoco los dejaban venir. Con todo esto quiero decirles que yo no me borré. Que yo NUNCA me saqué la camiseta de la selección. No le mientan a la gente. Que la cuarentena no les afecte, muchachos. Porque aunque en algún momento yo no haya estado, la 10 va a ser siempre mía.