Josep Maria Bartomeu estaría dispuesto a dimitir como presidente del FC Barcelona si con ello pudiera asegurar la continuidad en el club de Leo Messi. Ahora bien, el capitán azulgrana debería decir públicamente que el problema para seguir en el Camp Nou se debía a la permanencia de Bartomeu en el cargo. El vicepresidente primero, Jordi Cardoner, debería asumir las funciones.
Así lo ha asegurado TV3 tras conocerse la intención del mandatario barcelonista de reunirse con Messi para que desista de su intención de marcharse del club.
Pese a todo, Bartomeu y el resto de la junta directiva y cúpula ejecutiva/deportiva se mantienen dispuestos a no dejar marchar a Leo y se remiten a que Ronald Koeman le considera intransferible y fundamental para su proyecto, así como a su contrato en vigor hasta 2021 con una cláusula de rescisión de 700 millones de euros. Y en ningún caso, le dejarían marchar gratis.
El argentino, a través de sus abogados, envió el martes un burofax pidiendo la marcha inmediata acogiéndose a la interpretación de una cláusula de salida al final de la temporada. Los juristas de Messi interpretan que el plazo del 10 de junio escrito en el contrato no es válido ya que la temporada no acabó hasta el 14 de agosto con el 2-8 en la Champions ante el Bayern Múnich y que estaba en los plazos de los 10 días posteriores al final de la campaña cuando se envió el burofax.