El Sevilla no pudo ver hecho realidad su sueño de ganar su segunda Supercopa europea y cayó ante el Bayern Múnich, campeón de la Champions y mejor equipo actualmente del mundo, no sin dejar una lección de resistencia, aguantando como los grandes y hasta haciendo daño por momentos al equipo alemán, que venció gracias a un gol en la prórroga de Javi Martínez.
Porque el equipo de Lopetegui, encima menos rodado que su rival, comenzó sorprendiendo al gigante alemán en los primeros minutos. No se esperaba el Bayern la salida inteligente de los andaluces, expertos en saber competir y en hacer daño a sus rivales. Con espacios, Jesús Navas atacaba una banda en la que había dudas en cuanto a si Alaba o Lucas Hernández iban a ocupar el lateral. Al final lo hizo el ex colchonero y por ahí el veterano palaciego, a punto de cumplir 35 años, arrancaba la moto para golpear antes que nadie. Un centro suyo al área una de las veces que ganó la posición la bajó fenemonalmente De Jong de frente para que Rakitic, cuando se disponía a rematar, recibiera la falta de Alaba. El inglés Taylor señaló decidido el punto de penalti y Lucas Ocampos no perdonó. El golpeo del argentino, por bajo y a la derecha de Neuer desataba la locura momentánea de los aficionados sevillistas, apenas unos 500 valientes en las gradas del Puskas Arena.
El sevillismo se frotaba los ojos. Le ganaba al Bayern en una final, pero se tenía que preparar para lo peor. Los de Flick estaba claro que iban a apretar y su rodillo cuando funciona es difícil de frenar. Y a sí fue. Con una posesión y un ritmo de ataque infernal fue metiendo al Sevilla cerca de Bono, que empezaba a tener trabajo. Müller ya perdonó a los 21 minutos con todo a favor y Pavard también remataba fuera con todo a favor.
La más clara fue un mano a mano de Lewandowski que salvó el héroe de la Europa League. No perdonaría el cuadro bávaro a la siguiente. Una perfecta maniobra con un pase atrás al primer toque del polaco a Goretzka culminaba una gran jugada marca Bayern. 1-1.
El Sevilla resistía como podía la avalancha alemana, que siguió en los primeros minutos de la segunda mitad. Entre la raza de sus defensas, con despliegue físico de Koundé y Diego Carlos, y el VAR, que sobre todo anuló un gol que llevaba música, los de Lopetegui se mantenían de pie y cuando podían enseñaban los dientes. Y lo hizo en este periodo a través de En-Nesyri, que salió por De Jong en una clara apuesta por la carrera al espacio. Así tuvo un mano a mano clarísimo el marroquí que salvó Neuer en el 87, lo que hubiese evitado la prórroga y, con ella, más sufrimiento.
En el tiempo añadido los alemanes seguían a lo suyo, mientras el Sevilla no renunciaba a esas contras que podían sorprender. Jordán lo intentó y En–Nesyri otra vez lo rozó en otra carrera que acababa con el balón en el palo tras dar en el pie de Neuer. Pero todo acabó tras los avisos de Kimmich y Tolisso. Un córner acababa con un disparo de Alaba que rechazaba Bono y el balón suelto lo cazaba de cabeza el recién salido Javi Martínez.
El Sevilla lo intentó hasta el final, pero ya las fuerzas le fallaron ante un rival grandioso ante el que cayó, sí, pero de pie para orgullo de los suyos.
Ficha técnica
Bayern Múnich, 2: Neuer (3); Pavard (3), Süle (3), Lucas Hernández (3), Alaba (3); Kimmich (4), Goretzka (4); Sané (3), Müller (4), Gnabry (3); y Lewandowski (3). Tolisso (2), Davies (2), Javi Martínez (3), Boateng (2)
Sevilla, 1: Bono (3); Jesús Navas (4), Koundé (3), Diego Carlos (4), Escudero (2); Fernando (3), Joan Jordán (3), Rakitic (2); Suso (2), Ocampos (3) y De Jong (3). Óliver Torres (3), En-Nesyri (2), Gudelj (3) y Franco Vázquez (2).
Árbitro: Anthony Taylor (inglés). (3).