La selección de Brasil ha cerrado su gira por Asia con un gran versión de Vinicius Jr., pero con el sabor amargo de perder 3-2 contra Japón en el estadio Ajinomoto.
Este tropiezo difícilmente tendrá consecuencias, ya que es un amistoso, pero si llenará de críticas la labor de Carlo Ancelotti, quien apostó por rotaciones y cuando tenían una ventaja 0-2 en el marcador, hizo cambios que le terminaron dando el triunfo a los japoneses, quienes tiraron de remontada, esas que duelen y que deja muy señalada la figura del técnico de Reggiolo.