Raúl Asencio se perdió el partido de este domingo contra el Girona por una indisposición de última hora. El canterano tuvo una fuerte gastroenteritis que le dejó K.O y, por eso, ni siquiera llegó a viajar a Cataluña con el resto de sus compañeros.
La buena noticia para el jugador y para Xabi Alonso es que ese virus estomacal ya es historia. Y es que Asencio ha estado hoy en Valdebebas entrenando junto al resto de sus compañeros. Ha sido uno más. Buenísima señal pensando ya en el partido de este miércoles ante el Athletic Club en San Mamés (19.00 horas, DAZN en directo).
En el Real Madrid están intentando preservar la integridad de sus jugadores en relación a este virus que está golpeando con fuerza en la Comunidad de Madrid de forma especial. Si hace unos días era Courtois el que se tenía que perder un partido por este mismo contratiempo, el que midió al Real Madrid con el Olympiacos, este fin de semana ha sido el turno de Asencio… y hay miedo dentro de la entidad blanca a que alguno más pueda ‘caer’ en las próximas horas. De ahí que se esté extremando la precaución.
El hecho de que Asencio no pudiera jugar en Girona adelantó la presencia en el equipo titular de Rudiger y Militao como pareja de centrales. La idea de Xabi Alonso, sin el contratiempo de Raúl, pasaba por alinear al canterano junto a uno de los dos, bien Toni o bien Eder, pero no los dos a la vez. Sin embargo, las circunstancias obligaron a tener que recurrir a ambos puesto que el descanso de Carreras estaba más que presupuestado y no se quiso modificar el plan.

Los titulares de Girona, en recuperación
Los jugadores que fueron titulares en Montilivi, además de Camavinga, que jugó todo el segundo tiempo, trabajaron hoy en Valdebebas a modo de recuperación. El francés entró por Arda Güler con el objetivo de mejorar el equipo en el segundo acto, aunque no terminó por marcar la diferencia como le hubiera gustado.
Como no puede ser de otra manera, en el Real Madrid ya están pensando en sacarse la espinita de los malos resultados que atesoran en la Liga. Esos tres empates consecutivos fuera de casa han propiciado una crisis que nadie esperaba cuando, hace poco más de un mes, el conjunto de Xabi Alonso derrotaba al Barcelona en el Bernabéu por 2-1. Un resultado que fue hasta corto. Han pasado poco más de cuatro semanas de aquello y al Real Madrid le ha entrado el bajón cuando nadie lo esperaba.
Debido a ello, la visita a Bilbao de este miércoles se antoja casi como decisiva para los madridistas. No solo por el hecho de acabar con la mala racha liguera lejos del Bernabéu, que también, sino porque conviene cerrar cuando antes la rumorología que se empeña en colocar a Xabi Alonso en la picota. San Mamés es un escenario complicado… pero también el ideal para resurgir a lo grande.