El futbolista de Xabi Alonso habló en L’Équipe durante el parón de selecciones
En este inicio de temporada, Arda Güler ha logrado derribar la puerta. Está en modo apisonadora. Todo le sale bien: marca, asiste, disfruta y encandila a la afición del Real Madrid. Mejor, imposible. Con su selección, más de lo mismo. Durante el parón de selecciones, la perla turca ha atendido a L’Équipe para repasar su trayectoria en el conjunto de las 15 Copas de Europa.
«El ruido que puede haber a mi alrededor nunca lo he visto como presión. Haría mi trabajo más difícil. Claro que hay responsabilidades, pero son cosas que me ayudan a mejorar. Algunos piensan que soy demasiado bueno porque no doy problemas, pero tengo mucha ambición», comentó el discípulo de Xabi Alonso.
Arda dio sus primeros pasos en el Madrid de la mano de Carlo Ancelotti, con quien apenas gozó de protagonismo a tenor de las asiduas lesiones que le acompañaron. «Carlo es uno de los mejores entrenadores de la historia. No hay que olvidar que dijo a la prensa que yo sería uno de los mejores centrocampistas del mundo», espetó el internacional con Turquía.
Cuando un jugador se lanza al estrellato, las comparaciones comienzan a magnificarse como la espuma. En este caso, la simbiosis entre Güler y Mbappé recuerda a la que tuvieron Cristiano y Özil. Sobre ello, el atacante madridista afirmó que «la comparación es bonita, me halaga. Ellos lograron cosas enormes. Pero los grandes triunfos siempre los consigue el equipo, no sólo dos jugadores». Y añadió: «Sus cualidades y las mías son complementarias. Nos entendemos muy bien, todo fluye. A veces hablamos un poco antes del partido».
Arda Güler, con la mirilla puesta en la Champions
Güler tiene un objetivo tatuado en la piel: la UEFA Champions League. A su juicio, la Decimoquinta «no la gané, no era mía. Hay que ir a por otra. Ese es uno de mis principales objetivos. Quiero que los niños de mi país puedan decir: ‘Arda lo hizo, yo también puedo hacerlo’», apostilló. El ’15’ del Madrid considera que la última ‘Orejona’ conseguida por el Rey de Europa no es suya dado que apenas jugó a lo largo de ese curso. Las dolencias le frenaron en seco. Cortaron su eclosión en la élite del fútbol.
Por último, también habló acerca del técnico tolosarra. «El primer día me dijo: ‘Sé que lo tuyo es instintivo, que eres un guerrero en el campo’. En su fútbol hace falta carácter y agresividad. Pero confío plenamente en sus planes: si un día me pide jugar de portero, me compro unos guantes», confesó.