El derbi ha dejado vario señalados en el Real Madrid. Jude Bellingham y Xabi Alonso son dos de ellos. El entrenador donostiarra puso al inglés de inicio y se demostró que no estaba en condiciones para jugar de titular. Para más inri, sacó a Arda Güler antes que a él. El turco era el mejor desde un punto de vista madridista.
El míster de Tolosa está recibiendo muchas críticas por este tipo de decisiones. Tocó lo que realmente estaba funcionando. Franco Mastantuono, que venía haciendo grandes actuaciones, salió desde el banquillo y entró cuando el choque ya estaba muy cuesta arriba.

Por tanto, Xabi se ha encontrado con un ‘problema’ para conseguirle un hueco al ex del Borussia Dortmund. En la zona noble de Chamartín estiman que el bueno de Jude es uno de los mejores del mundo en su demarcación. Saben que puede marcar la diferencia y ser decisivo.
Así pues, el staff cuenta con un dilema totalmente inesperado y es que ya tiene sobre la mesa el objetivo de hacer funcionar a este equipo con Bellingham sobre el verde. Hasta el momento, visto lo visto, no lo ha conseguido.
En varias ruedas de prensa, el míster ha asegurado que el ‘5’ merengue es un centrocampista ofensivo y que dispone de una llegada muy buena a portería contraria. De esta manera, debe de decidir a quien quitar para meterle en un equipo titular. El pasado sábado, tal y como ya se ha comentado, Mastantuono fue el sacrificado. La apuesta salió mal.
Bellingham tiene que dar un paso al frente
Bellingham, al igual que la mayoría de sus compañeros, no realizó una buena temporada pasada. Su bajón de rendimiento se achacó a los problemas que tenía en su hombro izquierdo. Afortunadamente, esto ya no es excusa. Pasó por el quirófano durante el pasado verano y esas molestias han desaparecido por completo.

Así pues, tiene que protagonista. Su ejemplo a seguir es lo que hizo en su primera campaña con la elástica blanca. El gran reto que pasa por su cabeza es volver a ser ese jugador que enamoraba a su afición y que era capaz de resolver encuentros, incluso, en las situaciones más adversas. La institución le espera y, sobre todo, Xabi, que confía en sacarle su máxima versión. Eso sí, primero tendrá que encajar las piezas. No es tarea fácil.