El Real Madrid consigue los tres puntos en Son Moix (0-1) con un partido muy positivo del centrocampista británico, que ayudó en defensa y tiró del ataque blanco, estrellando un balón al larguero en la primera parte.
El Real Madrid tenía un partido trascendental esté sábado ante el Mallorca en Son Moix y no falló. Los de Ancelotti se hicieron con los tres puntos (0-1) en un encuentro disputadísimo que recordó, por momentos, al de la primera vuelta en el Santiago Bernabéu (1-0), cuando los hombres de Javier Aguirre se erigieron como un equipo compacto y hermético al que costó mucho doblegar. Finalmente, un cabezazo de Rudiger dio los tres puntos a los merengues.
En esta ocasión, y ante su público después de perder la final de Copa ante el Athletic la pasada semana en la tanda de penaltis, los bermellones ofrecieron la misma versión con gran capacidad de sacrificio y un trabajo defensivo encomiable.
Se esperaba a Jude Bellingham después de un partido discreto este martes ante el City. Desde que llegara, el ex del Dortmund se ganó el cariño del público de Chamartín con un liderazgo sobre el verde atípico en un chaval de apenas 20 años. Con determinación, personalidad y criterio propio, Bellingham rompió todo tipo de augurio y en las oficinas que comanda José Ángel Sánchez, mano derecha de Florentino Pérez, se frotaban las manos.
El encuentro de Bellingham, que jugó 62 minutos, fue positivo. Muy activo en casi todas las jugadas, incluso en defensa, el futbolista británico tuvo un buen disparo avanzada la primera parte que, por desgracia, acabó en el larguero, siendo ésta la ocasión más clara de los blancos durante los primeros 45 minutos. No desfalleció y, de hecho, fue otro disparo suyo cómo el Real Madrid avisó al Mallorca, recién reanudado el partido tras el descanso, de que quería los tres puntos. Avanzada la hora, Ancelotti le dio salida del campo por Eduardo Camavinga. En la mente del italiano estaba la batalla de Mánchester del próximo miércoles luego del empate ante los ‘citizens’ en el Bernabéu (3-3).
La temporada de Bellingham, pese a todo, está siendo de escándalo y tiene números de figurón: 33 partidos, 20 goles y ocho asistencias. Ya atesora varios récords: el inglés es el centrocampista que más goles ha marcado en una misma Liga con el Real Madrid en el siglo XXI y primer jugador en la historia de la Champions League que marca en cada uno de sus cuatro primeros partidos con el Real Madrid.