Eduardo Camavinga y Dani Ceballos son dos futbolistas que muchas veces son infravalorados, pero en el Real Madrid están muy bien valorados. Confían mucho en sus virtudes y Xabi les daría bastantes minutos a lo largo del curso, siempre y cuando estén disponibles. Esto dependerá de su estado físico en los próximos meses, que es algo impredecible.
Los dos centrocampistas deben ser piezas útiles para Xabi a la hora de rotar y dar descansos. Sin embargo, los problemas físicos de los dos les hacen ser futbolistas poco fiables a la larga en el sentido de que hay muchas veces que no se puede contar con ellos. Esto complica el hecho de que Alonso les pueda dar continuidad a la hora de poder suplir a Güler, Tchouaméni o Bellingham, llegado el momento.
Dani Ceballos está disponible, pero Eduardo Camavinga ha regresado a Madrid lesionado de la concentración con la Selección Francesa. Es algo que ya no sorprende demasiado después de todas las veces que le ha ocurrido. Sin embargo, en el club blanco quieren encontrar el motivo que le provoca caer tantas veces lesionado a pesar de ser un portento físico. Si no lo encuentran, va a ser muy difícil que el futbolista pueda triunfar de verdad con un rol importante en el Madrid.
Eduardo Camavinga vuelve a Madrid.
El mediocentro, aquejado de unos problemas musculares, no jugará el domingo en Azerbaiyán y abandona la concentración de Francia.
Ayer no entró en la convocatoria para jugar contra Ucrania.
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Quieren jugar más
De todos modos, cuando están disponibles, Ceballos y Camavinga quieren jugar mucho más. Por eso mismo, el centrocampista sevillano se llegó a plantear salir del conjunto merengue el verano pasado y estuvo a punto de hacerlo para irse al Marsella. Sin embargo, al final se rompió el acuerdo y se terminó quedando, pero no sería extraño que el próximo verano saliese. En el caso de Camavinga es algo que ya no se descarta, aunque en el club la mayoría de personas todavía confían en él.
En el caso del francés, debe dar un paso adelante, porque ya no es una joven promesa, tiene 23 años. Si no lo hace podría estancarse, y es una pena, porque todos le veían con potencial para convertirse en el mejor pivote del mundo y dominar el centro del campo madridista.