La victoria del Real Madrid ante el CA Osasuna dejó varias buenas noticias. Una de ellas tiene que ver con la reaparición de Dani Carvajal en el Bernabéu. El de Leganés se volvía a vestir de corto ante su gente después de la fatídica lesión que sufrió el pasado mes de octubre.
Para él ha sido un día muy especial, dado que lo llevaba esperando desde hace mucho tiempo. Sin embargo, ha podido acabar en tragedia debido a una entrada muy dura de Catena. Ha estado a punto de lesionarle la rodilla. Habría sido un auténtico drama.
El silencio se apoderó del feudo de Chamartín cuando los madridistas vieron a su capitán tendido sobre el césped. Afortunadamente, todo quedó en un susto y pudo terminar el choque sin ningún problema.
Durante el curso anterior se le echó en falta de manera considerable, dado que es una pieza clave tanto dentro como fuera del terreno de juego. Es de esos futbolistas que transmite mucha confianza y, sobre todo, energía.
Anoche salió de suplente y parece que será Trent Alexander-Arnold el titular en esa demarcación. No obstante, Xabi Alonso cataloga esta situación como un ‘bendito’ problema, dado que estima que tiene a su disposición a los dos mejores laterales derechos del mundo. Es un privilegio.
Asimismo, voces autorizadas de la institución hacen énfasis en que la campaña es muy larga y no hay lugar para el descanso. El calendario cada vez deja menos tregua y es fundamental contar con una plantilla larga.
Carvajal se rinde a Mastantuono
José Padilla, director adjunto de Qedine Deportes, le preguntó a Carvajal tras el partido acerca del debut de Franco Mastantuono. El ex de River dejó varios destellos de calidad y promete dar grandes tardes de alegría a su nueva hinchada: “Tiene mucha personalidad, quiere el balón. Nos va a ayudar mucho este año», dijo el bueno de Dani.
Así pues, el argentino cuenta con el visto bueno del capitán, aunque es consciente de que en el club lo apoyan a la perfección. Prueba de ello fue que el Bernabéu coreó su nombre, incluso antes de que ingresara al campo.
Tan solo tiene 18 años y dispone de una carrera por delante que es, cuanto menos, prometedora. Juni Calafat, jefe de ojeadores y una de las personas de máxima confianza para Florentino Pérez, fue quien puso su nombre encima de la mesa. El destino del futbolista cambió a partir de entonces. Estaba cerca de recalar en el PSG.

Evidentemente, hay que tener paciencia y cautela con él, puesto que ha cruzado el charco y este movimiento siempre trae consigo un proceso de adaptación. Pese a ello, sí que es cierto que es atrevido y no le ‘quema’ el esférico en los pies. Posee de unas cualidades que llaman al optimismo. Ojalá las expectativas se cumplan.