El Real Madrid golpeó el domingo al Barça (2-1) donde más duele, que es en el campo, en contra del estilo de Lamine Yamal, más propenso a hablar en platós y eventos que, en esencia, están lejos del fútbol propiamente dicho. El encontronazo que el culé tuvo con Dani Carvajal al final del partido en el Santiago Bernabéu, después de que ambos se dieran amigablemente la mano, es el epítome perfecto para el extremo, que pagó muy cara su salida de tono en los días previos, con acusaciones de “robo” al Madrid, que es la institución deportiva más importante en el balompié mundial.
El rapapolvo de Carvajal, que se hartó de Yamal después de que le retara a hablar en los vestuarios, dejó completamente desnudo al jugador del Barcelona. Con unos gestos muy ilustrativos, moviendo los dedos de sus manos, en alusión a que hablara menos (y jugara más, que es, en definitiva, el papel que tienen los jugadores), el capitán del Madrid realizó una enmienda a la totalidad sobre la opinión que tiene de su rival. Porque en la imaginación del madridismo estaba aún la comprensión que tuvo el ‘2’ durante el primer ‘parón’ internacional de esta temporada, cuando defendió abiertamente a Lamine.
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“Lo hemos sufrido este año en el club. El chico está cambiando en su juego a mejor y a pasos agigantados. Lo disfrutamos aquí en la Selección”, afirmó Carvajal en los micrófonos de la Cadena COPE durante una entrevista, cuando estaba concentrado con ‘La Roja’. “Es tan, tan joven y ya tiene la responsabilidad de ser uno de los líderes del Barça, también es uno de nuestros mejores jugadores aquí en la Selección, no es fácil de asumir, pero él dentro del campo trabaja y sigue haciendo partidos excepcionales”, añadió el lateral en ‘El Partidazo’, el programa que Juanma Castaño dirige en la emisora de la Conferencia Episcopal Española.
Las declaraciones de Carvajal provocaron cierto malestar en la afición merengue, que no dudó en salir a criticar a su capitán por las redes sociales. Así, se podía recoger que “cada vez que va a la selección, la caga” o también que “en el parón de selecciones debería de ser obligatorio ignorar todo lo que diga Carvajal”; dardos que recibió y encajó como pudo el futbolista, toda una institución en el club, al llevar toda una vida ligada al Real Madrid. Dani se incorporó en 2002, cuando apenas tenía 10 años y, desde entonces, ha sido un canterano modelo, tan es así que fue el que puso la primera piedra de Valdebebas, junto a Alfredo Di Stéfano.
Marcha atrás de Carvajal
Sin embargo, algo cambió en los últimos días que hizo que Carvajal se replanteara su relación con Yamal después de que éste tuviera una actitud chulesca y una tremenda falta de respeto al Madrid y a todos su seguidores, empezando por la plantilla del primer equipo. No es de recibo recibir difamaciones de querer adulterar la competición, menos aún cuando provienen de un colega que, para más inri, forma parte de un club que pagó más de ocho millones de euros al ex ‘número dos’ de los colegiados durante, al menos, 17 años con el objetivo de ganar terreno en los aspectos técnicos del arbitraje.
Esta marcha atrás de Carvajal, retratando a Yamal en el campo tras otro apasionante Clásico que se saldó con una dulce victoria del Madrid, además de poner en su sitio al azulgrana, ha servido para que, en la medida de lo posible, el madridismo no solo haya perdonado a su capitán sino que también le vuelva a ver como el ejemplo de cómo hay que defender a la entidad por encima de todas las cosas. Porque eso estaba en cuestión por parte de un Lamine que se atrevió a verter oscuras sospechas contra los de Chamartín.