El Barça vuelve a demostrar sus problemas, con un juego gris, sin acierto a portería y con una debilidad defensiva que les condena.
El Barça llegaba a Hamburgo con la intención de conseguir un punto que asegurase matemáticamente el pase a los octavos de final. En frente estaba a priori, un rival asequible como el Shakhtar.
Querían resolverlo por la vía rápida, sobre todo después de llevar dos años seguidos fracasando, pero de momento tendrán que esperar y eso que tenían un grupo muy fácil para haber hecho pleno.
Pero los culés evidenciaron los problemas que mostraron ante el Real Madrid y la Real Sociedad, un juego lento, sin ideas y ya no sólo sin gol, sino sin crear peligro, con un solo tiro entre los 3 palos en 90 minutos.
Y eso que había recuperado a Pedri, Lewandowski y Raphinha, estos dos últimos siendo titulares. Pero está claro que si no tiene una ayuda extra, les cuesta sacar adelante los partidos.
Un Barça gris en ambos lados
La primera parte del partido fue la demostración de lo que es tener el balón y no controlar un partido. Sin inquietar la portería rival, fueron los ucranianos los que lograron poner el picante.
Así hasta que en el minuto 40 Sikan logró el 1 a 0 demostrando las carencias defensivas que tienen. Y es que, en esta ocasión no les salvó Ter Stegen, otra vez el mejor de los azulgranas.
Y pudo ser peor pero el colegiado anuló un gol por fuera de juego tras la revisión del VAR. El Barça pasará de fase de grupos esta vez, pero sigue demostrando que no puede competir en Europa.