En Palma van a jugar al ‘Tiki-Take’. El de Kubo. En su segunda actuación en el campeonato, el japonés se ganó los primeros aplausos de admiración. Contra el Athletic dejó un truco de magia de los que hacen afición y enganchan. Pudo valer un partido, tres puntos que habrían sido degustados por el Mallorca con palillos.
Kubo venía de un largo viaje con Japón tras debutar hace dos semanas en Mestalla. Vicente Moreno le dejó en el banquillo para empezar, pero pasada la hora de encuentro se sacó un conejo de la chistera. Aunque el mago era Take, que apareció en escena en Son Moix (63′) con la varita que lleva la gente especial. Algo tiene y esta temporada no lo tiene el Madrid. Y lo demostró.
Kubo jugó en la derecha y por allí amenazó hasta que apareció por el área rival en el minuto 83. Donde a otros se les nublan las ideas, al nipón se le ocurrió montarse en bicicleta, cambiar de dirección y destrozar a Yuri, que cometió penalti, hipnotizado con el primer trucazo del mago Take.
La acción pudo valer el partido. Pero Abdón chutó desviado desde los once metros. El Mallorca se quedó con un punto, aunque supo mejor después del penalti que Reina le paró a Aduriz. Y también por el regusto de haber comprado un abono para ver a Kubo toda la temporada.