Pasan los días, pasan los meses y pasan los años… y todo sigue igual en el culebrón Mbappé. El crack francés sigue queriendo fichar por el Real Madrid y París no quieren saber nada sobre el asunto. Al-Khelaïfi dejó abierta la puerta de salida con un «no sé» en referencia a las renovaciones, pero a Kylian siguen tratando de seducirlo.
En el PSG no van a cesar en su empeño de retener el máximo posible a Kylian Mbappé. Era una de las grandes prioridades que se marcaron durante toda la pasada temporada… y lo lograron. Poco ha tardado, eso sí, en romperse ese idlio que parecía definitivo.
El PSG le hizo un equipo al gusto a Mbappé y lo diseñó en vistas a que él fuera el particular ‘director deportivo’ y ‘entrenador’. Echó a Pochettino, puso a Galtier, los objetivos de mercado eran sus amigos, firmó a Luis Campos como asesor… Todo parecía de color de rosa.
Poco tardaron desde su entorno en asegurar que seguía manteniendo contacto con el Real Madrid y que su idea pasaba por aguantar hasta el Mundial de Qatar para irse al Bernabéu. Ahora se agarra al contrato corto que firmó (hasta 2024) y busca fichar por los blancos en 2023 o en 2024. El PSG quiere evitarlo, nuevamente, a toda costa.
Llega tarde
Le han puesto sobre la mesa una negociación por Marcus Thuram, del Borussia Mönchengladbach, con el que tiene una buena amistad y que sería otra de las condiciones que buscan en el Parque de los Príncipes para retenerlo. Su compatriota es una de las peticiones que hizo en su día aprovechando que queda totalmente libre en verano.
Quizá ya es demasiado tarde ya que Mbappé ha tomado la decisión de irse de París y sueña con jugar en el Real Madrid. Tiene 25 años, uno más que Cristiano Ronaldo cuando fichó por la entidad merengue, y no está dispuesto a esperar mucho más para cumplir ese gran anhelo.