El Real Madrid salió victorioso del Clásico del fin de semana pasado frente al Barcelona (2-1) y recuperó la confianza perdida tras los duelos directos contra los culés del año anterior, de ahí que el vestuario de Xabi Alonso estallara y celebrara por todo lo alto el triunfo, pero el debate posterior que se ha instalado en el ambiente resulta hostil. Principalmente, después de la campaña de acoso y derribo que está sufriendo Dani Carvajal por su encontronazo con Lamine Yamal, al que frenó en seco por su exceso de soberbia, conminándole a que hablara menos lejos de los terrenos de juego.
La operación orquestada para desprestigiar al capitán del Madrid y, de paso, volver a blanquear a un Yamal que ni existió en el encuentro del Santiago Bernabéu, es de tal categoría que Carvajal ha decidido mover ficha y destensar la situación. La pugna entre el lateral y Lamine se trasladó, después del Clásico, a las redes sociales, dejándose de seguir ambos y es algo que ha querido enmendar en las últimas horas el de Leganés. Dani ha vuelto a seguir a Yamal en Instagram, aunque el gesto no ha sido recíproco, volviéndose a quedar retratado el culé.
Vinicius Junior es otro de los futbolistas señalados, en un ‘relato’ que incluso han comprado algunos aficionados madridistas, algo exasperante. El ‘7’, pura pasión, reaccionó de forma iracunda tras ser sustituido por Alonso ante el Barça y esta mañana ha querido pedir perdón de manera pública, pero está claro que detrás vuelven a haber intereses creados para provocar cierto caos en el Madrid, que también sufrió hace semanas un terremoto con Fede Valverde, cuando ciertos colegas manipularon sus declaraciones sobre su idea de jugar como lateral.
El Madrid se defiende
Ante estos ataques recibidos y unas críticas exageradas, con el único objetivo de provocar escándalos y crear unos problemas inexistentes para hablar mal, el Madrid tiene muy claro que el equipo debe ser una piña, estar muy unido y hacer frente a todo tipo de adversidad de manera conjunta para vencer a ese ‘entorno’ tan tóxico que suele rodear a la entidad y en el que siempre están muchos simpatizantes de clubes enemigos. El antimadridismo continúa siendo una religión con muchos feligreses, pero hay que ser capaces de vacunarse contra tanta potencia de tiro…