El club merengue está molesto con algunas de las decisiones que se han tomado. Creen que no se está siguiendo el mismo criterio y en partidos como el de ayer o el de Mallorca se han sentido perjudicados.
Ayer mismo, Alberola Rojas y Muñiz Ruiz consideraron que dos penaltis bastante claros en el área del Betis no eran merecedores de la pena máxima. Uno fue una mano clara, y otro una zancadilla a Dani Ceballos, en la que defensa no llega ni a contactar con el esférico.
Nadie comprende por qué ni el colegiado de campo ni el VAR vieron penalti en estas acciones, mientras que en el Valencia – Barcelona del pasado 17 de agosto, el árbitro señaló penalti sobre Raphinha en una acción en la que el contacto fue mucho más leve.
Por suerte, el Real Madrid logró obtener los 3 puntos con la aparición de Mbappé después de un taconazo de Valverde, de lo contrario, se estaría hablando mucho más de esos dos penaltis no señalados.
La entidad madridista sigue teniendo la voluntad de cambiar el sistema arbitral español de arriba a abajo, para recuperar una credibilidad que consideran que se ha perdido desde que salió todo lo del caso Negreira.
A pesar del enfado por las decisiones de los colegiados, todos están centrados en el aspecto deportivo. Son conscientes de que tienen que mejorar en lo táctico, en lo físico y en lo colectivo, y por eso quieren poner todos de su parte para adquirir los conceptos del nuevo estilo de lo juego lo más rápido posible.