El Real Madrid se midió en el Bernabéu con el todopoderoso PSG y también con sus propios fantasmas, presentes desde la debacle de París en el arranque de la temporada que hizo zozobrar el segundo proyecto de Zinedine Zidane al frente del equipo. Si los blancos no salieron victoriosos en esta ocasión fue por culpa de la portentosa actuación de Keylor Navas y del chispazo de Mbappé, clave para dar alas a su equipo cuando estaba en la lona tras el 2-0 de Benzema en el minuto 80’.
No había equipo más propicio que el Tuchel para calibrar la mejoría de un Madrid que sigue encadenando noticias positivas a pesar del amargo empate final. El equipo de Zinedine Zidane tocó fondo en el Parque de los Príncipes el pasado 18 de septiembre en una noche aciaga donde fue barrido del mapa por un PSG sin sus tres puntales atacantes: Neymar, Mbappé y Cavani.