29 partidos consecutivos sin marcar sitúan a Rodrygo Goes como el tercer delantero con la peor sequía en la historia del Real Madrid
El fútbol cambia en un instante, y Rodrygo Goes es el ejemplo más evidente dentro del vestuario del Real Madrid. Hace apenas un par de temporadas, el brasileño era uno de los grandes referentes ofensivos del equipo: decisivo en Champions, incisivo al espacio, siempre con el gol como compañía. Pero desde la llegada de Mbappé, su brillo se ha ido apagando hasta un punto alarmante. El ’11’ blanco atraviesa una de esas rachas que parecen interminables y que afectan directamente a su confianza y a su rol dentro del proyecto.
Un dato demoledor: 29 partidos sin marcar
Rodrygo suma ya 29 encuentros consecutivos sin ver portería, lo que le convierte en el tercer delantero con peor racha anotadora de la historia del Real Madrid. Solo le superan Mariano Díaz (30 choques y 986 minutos) y Rafa Marañón (29 partidos y 1.416 minutos). El brasileño ya iguala al segundo en número de partidos… y los minutos siguen corriendo: 1.321 sin celebrar un gol.
Una cifra que contrasta de lleno con lo que se esperaba de él a comienzo de curso, cuando Xabi decidió darle votos de confianza alineando en su ansiada posición -como extremo izquierdo-, teniendo que sacrificar para ello a todo un Vinicius Júnior. La llegada de Kylian Mbappé le desplazó automáticamente a un papel que no termina de encontrarle cómodo, y esa adaptación forzosa está pasando factura en su confianza y productividad.
El futuro de Rodrygo vuelve a abrirse en interrogantes
Por primera vez en un tiempo, en Valdebebas se vuelve a mirar la situación del ’11’ con cierta preocupación. Rodrygo no ha conseguido dar un paso al frente en la delantera más competitiva del mundo y su falta de gol empieza a tener consecuencias directas.
El brasileño debe reaccionar para evitar que su rol se diluya todavía más en la rotación del Real Madrid. La competencia es feroz, el calendario no espera y la paciencia con un delantero siempre es finita. Rodrygo necesita gol, y lo necesita ya, para que su futuro no deje de depender de él mismo.