Uno de los jugadores más interesantes para este mercado de verano es sin dudas el joven extremo Nico Williams, quien se había colocado como el gran interés del Barcelona, pero, a pesar de los rumores sobre un posible traspaso, el jugador terminó optando por darle plantón al equipo.
Ante esto, el club blaugrana, y sobre todo Joan Laporta, han reaccionado con el fichaje de Dani Olmo, desembolsando 60 millones de euros por un media punta que no necesitaban para nada y marcando nuevamente otro ridículo de parte del Barcelona.
Un fichaje innecesario
Después de su brillante Eurocopa y tras haber dejado en claro sus deseos de salir del RB Leipzig, Dani Olmo se colocó en la mira de múltiples equipos alrededor de Europa, donde sus 26 años de edad colocaban todavía varias temporadas del jugador en su mejor nivel.
A pesar de no ser el fichaje prioritario del Barcelona, el jugador ha logrado llegar a un acuerdo para vestir la camiseta blaugrana para la próxima temporada, siendo un nuevo ridículo de parte del club tras hacerse de los servicios de un jugador innecesario.
El rechazo de Nico Williams provocó que el Barcelona olvidará su necesidad de un pivote o un extremo izquierdo, firmando a un media punta que, a pesar de su gran calidad, ha mostrado nuevamente la pésima gestión por lo que es tan conocido Joan Laporta.
La desesperación blaugrana
Esta situación ha servido para demostrar la desesperación con la que cuenta el Barcelona, con el club buscando cualquier alternativa para llenar de ilusión a toda su afición con el fichaje de un jugador por el que se ha gastado una importante suma de dinero.
Aún y con toda la calidad con la que cuenta Dani Olmo en las botas, está no será suficiente para ayudar a un equipo que temporada tras temporada se dedica a arruinarse a sí mismo y, sobre todo, arruinar las carreras de todos y cada uno de sus jugadores.