El partido entre el Barcelona y el Villarreal en Miami ya es historia, ya que la promotora ha decidido bajarse de esta aventura, condicionado claramente por el incendio que se ha vivido en las últimas semanas en el fútbol español.
«LALIGA informa de que, tras conversaciones con la promotora del Partido Oficial de LALIGA en Miami, esta ha comunicado su decisión de cancelar la organización del evento debido a la incertidumbre generada en España durante las últimas semanas. LALIGA lamenta profundamente que este proyecto, que representaba una oportunidad histórica e inigualable para la internacionalización del fútbol español, no pueda seguir adelante. La celebración de un partido oficial fuera de nuestras fronteras habría supuesto un paso decisivo en la expansión global de nuestra competición, reforzando la presencia internacional de los clubes, el posicionamiento de los jugadores y la marca del fútbol español en un mercado estratégico como es Estados Unidos», aseguró la patronal en un comunicado en la que claramente reconoce su derrota.
El Real Madrid responde
Uno de los grandes ganadores en esta historia es el Real Madrid, equipo que no ha dudado en celebrar que este duelo liguero no se vaya a jugar en Miami, básicamente porque era injusto para el resto de clubes y la competición, una adulteración en toda regla.
🚨 NOTA INFORMATIVA.
LALIGA informa de la cancelación del Partido Oficial en Miami, una oportunidad histórica para la internacionalización del fútbol español. Seguiremos trabajando por una competición global, moderna y competitiva.https://t.co/DpsR4PnXLf— LALIGA Corporativo (@LaLigaCorp) October 21, 2025
En el club blanco creen que se ha hecho “justicia” y que, aunque haya sido a través del promotor y no a voluntad propia de LaLiga, que sigue sin velar por los intereses de todos los clubes por igual, que no se juegue este partido es una “gran noticia para el fútbol”.
El Real Madrid siempre ha defendido la igualdad, la votación y la transparencia en todo este tema… justo lo contrario a lo que ha ido haciendo Javier Tebas, quien ahora mismo está en el ojo del huracán y si tuviera un mínimo de sentido común renunciaría a su cargo de presidir la patronal.