El Real Madrid se enfrenta a una nueva polémica por su estadio. Poco antes de la celebración del partido entre el club blanco y Osasuna, encuentro que daba inicio a la campaña liguera 25/26 para ambos equipos, apareció un llamativo rumor que ponía en cuestionamiento la funcionalidad de uno de los elementos más impresionantes del nuevo Santiago Bernabéu: la cubierta retráctil.
Las obras de remodelación y reacondicionamiento del coliseo madridista, iniciadas en verano de 2019, podrían haber finalizado mucho antes si no se hubiera incluido este particular elemento. Sin embargo, era voluntad de los ejecutivos liderados por Florentino Pérez la creación del primer estadio de fútbol del siglo XXI, por lo que esa cubierta debía formar parte integral de la nueva morfología del edificio situado en la avenida Concha Espina.
Lo mismo ocurre con el hipogeo y el videomarcador 360º que rodea el bowl del ‘templo’ merengue. No es la primera vez que esta cubierta retráctil provoca debates y discusiones acerca de su presencia: algunos incluso llegaron a plantear que su uso habitual podía alterar la competición. Nada más lejos de la realidad, como se ha demostrado en los partidos perdidos por el club blanco en Madrid.
Desmentido prácticamente al instante
Además de ese recuerdo tan variopinto, el nuevo rumor protagonizado por la cubierta retráctil es todavía más serio. No en vano se ha puesto en tela de juicio su funcionamiento, un fallo que el Real Madrid no puede permitirse bajo ningún concepto. Al margen de los renovados debates sobre la presencia de la cubierta retráctil, prácticamente todos los aficionados que visitaron el estadio blanco el día del partido pudieron comprobar que funcionaba perfectamente.
No es para menos, habida cuenta de que el Real Madrid decide abrir esa cubierta durante las visitas guiadas del Tour Bernabéu u otros eventos programados para las horas previas al encuentro. Durante la preparación para ese evento en el interior del estadio merengue, se da la orden de cerrar la cubierta para ir forjando paulatinamente, el ambiente que corresponde a un encuentro en el estadio de Chamartín. Las pruebas de que la cubierta retráctil funciona a la perfección son indiscutibles.
Dos realidades muy diferentes
El estadio del Real Madrid se halla en perfectas condiciones, expandiendo lentamente sus espacios comerciales… y manifestando cada vez más las diferencias respecto del Spotify Camp Nou. Si bien UEFA habría dado el visto bueno a disputar los partidos de Champions League en el estadio culé, las polémicas constantes en torno al avance de las obras, así como el retraso del regreso del fútbol al campo de Les Corts, han supuesto una notoria pérdida reputacional para el club azulgrana.
Especialmente por los recortes y modificaciones realizadas al proyecto culé original, que buscaba ‘imitar’ todas las prestaciones ahora ofrecidas por el nuevo Santiago Bernabéu… entre las que se encuentra una cubierta retráctil cuyo correcto funcionamiento está más que demostrado. Ajenos a esas especulaciones, los directivos de la entidad merengue continúan mejorando uno de los motores económicos del club, ya convertido en un atractivo turístico más en la capital de España.