En la mañana de este miércoles se ha vivido una de las situaciones más tensas de los últimos años en LaLiga. Joan Laporta, junto a Javier Tebas, se ha reunido con representantes de todos los clubes para dar su particular visión del ‘Caso Negreira y Barçagate’, además de la situación arbitral y la posible huelga en la competición.
Joan Laporta actuó de la forma más cobarde posible. Tuvo que sentarse junto a Javier Tebas y junto a José Ángel Sánchez, el portavoz madridista, y vivió una situación en la que tuvo que afrontar ese trance en la calle Torrelaguna, en la sede de LaLiga, para escuchar la bronca y réplica del resto de presidentes o portavoces de los distintos clubes.
Laporta no se atrevió a citar al Real Madrid. Tuvo turno de réplica de 3 minutos y no hizo alusión alguna a las barbaridades a las que sí que acusó el lunes en su particular rueda de prensa. En su intervención no hizo alusions a terceros y tampoco hubo crítica a los madridistas. Mucho menos se atrevió al tener sentado al lado a JAS.
La reunión duró 2 horas y 30 minutos, aproximadamente, y en la misma no hubo ni una palabra por parte del Real Madrid. Hubo follón, pero en ningún caso quiso enredarse la entidad blanca. Fue con José Ángel Sánchez, de máxima cordialidad, y aguantando el ‘chaparrón’ que había provocado Laporta con crispaciones de otras entidades.
Lo del Régimen
No hubo alusión al Real Madrid y no se discutieron las palabras del «equipo del Régimen» que quiso lanzar Joan Laporta, de la manera más rastrera posible, y que le rebotaron en la cara tras ver la respuesta ofrecida desde la capital española.
España, Europa y el mundo han empezado a calar la trama del Barçagate’ y Laporta, por él mismo, sigue quedándose como un auténtico retratado buscando iniciar una guerra contra el Real Madrid que tiene perdida. Los blancos, eso sí, siguiendo su particular dictadura en la Champions League.