El Barcelona – Olympiacos tuvo varias polémicas arbitrales que favorecieron al equipo de Hansi Flick. Destacan especialmente la segunda amarilla a Hezze y el penalti señalado sobre Rashford. Fue algo bastante comentado en las redes sociales, pero también en el directo del Chiringuito durante el partido, donde dos culés estuvieron discutiendo sobre las decisiones arbitrales.
«Yo no le enseñaría tarjeta amarilla. Si es intencionada, sí puede serlo, pero si no, no (…) No es penalti. Lo bueno es cuando lo haces a más velocidad y no estás cayendo. Tiene que ser la caída posterior al impacto con las manos para provocar el penalti. Un árbitro te lo puede pitar, pero futbolísticamente tú tienes que caer cuando el portero te pone los aguantes. Yo estoy en el campo y no pito eso, porque yo conozco el porqué. Él ya está sobre la caída. Los árbitros lo pitan, pero eso no es penalti«, afirmó Lobo Carrasco en El Chiringuito.
En cambio, Jota Jordi afirmó con rotundidad que se habían arbitrado bien las dos jugadas. Como siempre, cuando le interesa, dando la razón a los colegiados. Si estas dos acciones se las llegan a haber pitado a favor al Real Madrid, estaría hablando de escándalo arbitral. Siempre tiene una doble vara de medir bastante vergonzosa, pero esta vez no logró convencer a Lobo.
🤯 Esto de @lobo_carrasco va a dar muuucho que hablar…
🔥 «Yo no le enseñaría la segunda amarilla a Hezze».
❌ «Si hubiera estado en el campo no habría pitado penalti sobre Rashford».
🔴 https://t.co/59OzPa6LJh pic.twitter.com/PO5JTvUjBf— El Chiringuito TV (@elchiringuitotv) October 21, 2025
Un show
En eso es en lo que se han convertido un poco las actuaciones de Jota Jordi. El tertuliano ha ido creando poco a poco un personaje culé, basándose bastante en Cristóbal Soria. Tanto es así que, en alguna ocasión, le come el personaje. Es algo que se nota bastante, porque una persona seria y razonable no compartiría esos pensamientos.
La mayoría de gente ya se toma con humor este tipo de cosas. El propio Lobo Carrasco se ha reído muchas veces en plató de la puesta en escena de algunos tertulianos culés, porque sabe que no están hablando acorde a la realidad.