Ambos entraron con el objetivo de revolucionar los partidos de Anfield y Vallecas y el efecto fue nulo en los dos casos. De hecho, Xabi hizo 3 cambios en Liverpool, los mencionados Rodrygo y Trent, además de Brahim, y en Vallecas, otros tres, de nuevo Rodrygo, Trent y también Ceballos. Ninguno dejó su huella en el partido ni cambió el rumbo del mismo.
Xabi Alonso va a ser muy directo con sus jugadores, porque visto cómo está rindiendo últimamente el equipo, es necesario que el entrenador dé un paso al frente. De lo contrario, acabará perdiendo la autoridad del vestuario. Ya tuvo problemas con el cambio de Vinícius en el Clásico de Liga, y no le conviene tener un mal trato con las estrellas, que son las que después deberán rendir dentro del campo para ganar los trofeos.
Es positivo el hecho de ser autocrítico ahora, que el equipo va líder de LaLiga y está entre los 8 primeros de la Champions League, porque siempre es mejor prevenir que curar. En la entidad madridista esperan que Xabi logre atajar la situación y convenza a todos los jugadores de que con su estilo pueden ganar todos los títulos y crecer como futbolistas.
«LaLiga o la Champions League no son el Mundial de Clubes y el Real Madrid desde luego no es el Bayer Leverkusen. Pero si Xabi Alonso no es Xabi Alonso, su pizarra difícilmente conseguirá resolver el rompecabezas que es ahora mismo la plantilla del Real Madrid». pic.twitter.com/jMtQZoFirB
— Miguel Quintana (@migquintana) November 10, 2025
Un cambio de actitud
Es lo que buscará Xabi Alonso en su plantilla a la vuelta del parón de selecciones. Todavía faltan partidos muy complicados por disputarse, y si el equipo no muestra una versión diferente, es muy probable que sigan perdiendo puntos. Los jugadores tienen que ser mucho más sacrificados en la presión y en las transiciones.

Los rivales están saliendo con facilidad de la presión, porque hay un desorden a la hora de ejercerla. No todos los jugadores lo hacen al mismo tiempo y con la misma intensidad, y así es muy complicado recuperar balones. Además, los ataques del equipo son muy estáticos y prácticamente ningún futbolista ocupa posiciones del área. De esta manera, se complican mucho las opciones de centro, y hace que el juego del equipo blanco sea muy previsible.