Arturo Vidal (32 años) metió al club en un brete con su denuncia ante LaLiga para cobrar unos bonus que, según su parecer, le pertenecen y que según la entidad no tiene por qué cobrar porque no llegó al mínimo del 60 por ciento de los partidos jugados, teniendo en cuenta que cada encuentro se contabiliza si se disputan,al menos, 45 minutos. Aunque su demanda no fue admitida a trámite por la comisión mixta de la AFE y de la Liga, al chileno le queda la vía judicial mientras sigue rindiendo en el campo, como demostró con su gol en el derbi ante el Espanyol (2-2), sin perder de vista el interés del Inter por hacerse con sus servicios.
El caso es que el Barça se encuentra con un jugador al que su entrenador, Ernesto Valverde, los ‘pesos pesados’ del equipo y el área deportiva, encabezada por el secretario técnico, Eric Abidal, desean mantener pero que ha denunciado a la entidad sin que nadie sepa si seguirá tensando la cuerda en ese sentido.
En este contexto, hay directivos que están indignados con esta actitud y que ya habrían abierto la puerta de salida al chileno. Sin embargo, otros optan por ser fríos: hay que hacer lo que más le convenga al club y si eso es mantener a Vidal y sólo dejarlo ir si trae un ofertón (por encima de los 30 millones), se le mantiene.
Arturo está apretando. Si no sale, al menos habrá enseñado los dientes y habrá forzado a Valverde a tenerle más presente. Además, su figura se está consolidando en el seno del vestuario. La mejor prueba es que en esta situación de tira y afloja con el chileno como protagonista, varios ‘pesos pesados’ de la plantilla ya han hecho oír su voz para decirle a Arturo y también a la parte del club que les gustaría que siguiese Vidal.
El centrocampista chileno aporta físico, brío, empuje, capacidad competitiva, espíritu ganador, potencia en la presión y el despliegue y llegada al área rival no exenta de gol: ya suma 6 en la Liga. Y tal como juegan los rivales, especialmente en la Champions, el concurso de Vidal se antoja muy importante en según qué partidos y, también en determinados escenarios. Ese mensaje ya le ha llegado a Arturo y también a Abidal. Y en la cúpula dirigencial del club, aunque no haya gustado la actitud de Arturo, se sabe que prima lo deportivo y que, tras la marcha de Aleñá al Betis y con esa lesión de Arthur que no acaba de desaparecer, dejar salir a Vidal es un riesgo.