Martínez Munuera no ha tenido la oportunidad este sábado de estropear el liderato al Real Madrid. Apenas ha habido jugadas polémicas en la visita del Espanyol al Santiago Bernabéu, un encuentro que el equipo blanco ha dominado aun sin desplegar un fútbol brillante para acabar ganando con comodidad. Sin embargo, la afición local se ha marchado a casa con la sensación de que el colegiado ha perdonado muchas faltas y más de una cartulina amarilla a los jugadores visitantes.
Si bien no ha habido jugadas polémicas en las áreas ni ninguna acción que tuviera que revisar el VAR, la tendencia del colegiado a lo largo de todo el partido ha sido la de señalar muy pocas faltas favorables al Real Madrid, desatando el enfado del Bernabéu en más de una ocasión. De hecho, la grada ha terminado cantando «qué malo eres» en varias oportunidades al entender que el árbitro estaba perjudicando al Madrid con ese goteo constante de faltas no pitadas y amonestaciones perdonadas.
En la primera mitad ha llegado uno de los momentos arbitrales más tensos del encuentro, cuando Tchouameni ha visto la amarilla por una zancadilla en campo propio que el árbitro entendió que cortaba una jugada prometedora del Espanyol. Nada que decir hasta que pocos minutos después el colegiado perdonó una amarilla al Espanyol por una zancadilla similar a Álvaro Carreras. Estas dos decisiones desataron la ira de la afición blanca, cansada de los dobles raseros arbitrales.
Más allá de esta tendencia, por fortuna esta vez no hubo acciones decisivas que lamentar contra el Real Madrid después de un inicio de temporada más que sospechoso a nivel arbitral. El Real Madrid mantiene el liderato con pleno de victorias, 5 de 5 y 15 puntos en el casillero.
Martínez Munuera, un árbitro de infausto recuerdo
Martínez Munuera tiene unos antecedentes nefastos para el Real Madrid. La pasada temporada se tragó 2 penaltis a favor del Madrid en Vallecas, pero sin ninguna duda el error que más recuerda el madridismo es el penalti por mano de Militao que quitó al equipo la Liga en 2021 ante el Sevilla. Militao estaba de espaldas y la bola le golpeó de rebote, pero eso no impidió al de Benidorm señalar los 11 metros, con el agravante de que en la jugada posterior el Real Madrid había marcado. Anuló el de los blancos y pitó penalti.

Por otro lado, el colegiado valenciano fue denunciado por el club blanco por omitir de forma deliberada los insultos racistas sufridos por Vinicius en El Sadar hace 2 temporadas. El madridismo temía que pudiera hacer de las suyas, pero esta vez no ha sido así entre otras cosas por falta de oportunidades. Y es que el Espanyol apenas se ha asomado a la portería de Courtois y los goles del Madrid han llegado en acciones desde fuera del área.
El Real Madrid salva una nueva jornada con el deseo de que todos los partidos sean tan plácidos como el de este sábado en Chamartín. Aunque haya cometido errores, el arbitraje de Martínez Munuera en el Bernabéu ha sido medianamente aceptable.