Kylian Mbappé ya tiene en sus vitrinas tres Ligas, una Copa, una Supercopa y una Copa de la Liga, todo ganado en Francia, además de un Mundial cosechado en Rusia 2018… y todo con sólo 21 años. El delantero del PSG los alcanzó ayer; en varios países (Honduras, Madagascar, algunas regiones de Estados Unidos…) era considerado menor de edad hasta ayer, lo que no le impide ser la joya más brillante del mercado futbolístico actual: es el futbolista más valioso del mundo, según Transfermarkt, con una tasación de 200 millones.
Y para colmo está de dulce, firmando la que probablemente vaya a ser su mejor temporada: lleva 16 goles y nueve asistencias en 1.215 minutos; marca un gol cada 76 minutos y participa en uno cada 49. Uno de esos goles fue hace escasas fechas, el 26 de noviembre, en el Santiago Bernabéu, ante el Real Madrid, que le pierde la pista y pretende volver a la carga a por él el próximo verano, con la esperanza de que el PSG abrá la mano y se siente a negociar.
Es la corta edad de Mbappé una de las principales razones para la tranquilidad dentro del Real Madrid, que dejó escapar su fichaje en 2017. Al club blanco no le pueden las prisas, sabe que el jugador está quemando etapas y creciendo en París y espera que, cuando finalmente sea posible que fiche por los blancos (su contrato acaba en 2022), lo haga habiendo alcanzado su madurez profesional.