Los canteranos madridistas asombran al mundo del fútbol con un rendimiento que supera cualquier tipo de expectativa
La fábrica del Real Madrid vuelve a hablar por sí sola. En una época en la que el club domina el mercado internacional con fichajes estratégicos, son dos canteranos los que están generando más ruido en las últimas semanas: Nico Paz y Chema Andrés, dos perfiles distintos pero unidos por una misma realidad, están dejando de ser promesas para convertirse en soluciones reales. Ya no es una cuestión de futuro, sino de presente inmediato.
Lo más llamativo no es solo el impacto que están generando, sino la velocidad con la que lo han hecho. Uno desde el Como italiano, el otro en plena irrupción en la Bundesliga con el Stuttgart, ambos han sorprendido a sus propios entrenadores por competitividad, personalidad y capacidad para aparecer en los momentos clave. En Madrid lo saben, los siguen de cerca… y cada semana que pasa, la puerta del primer equipo deja de estar cerrada para convertirse en un destino inevitable.
Nico Paz, imparable
Lo de Nico Paz en el Como ya no se puede llamar cesión de desarrollo: es una consolidación acelerada. Es una estrella. En apenas siete partidos en la Serie A, ya suma cuatro goles, cuatro asistencias y varios MVP del partido. Es el líder total del Como: de 9 tantos de su equipo, ha participado directamente en 8. Lo hace con personalidad, con ritmo y con un tipo de fútbol vertical, resolutivo y atrevido.
El club blanco se reservó el 50% de sus derechos y una cláusula de recompra que, en el verano de 2026 podría ejecutarse por tan solo 10 millones de euros, aunque en Valdebebas ya se contempla incluso pagar algo más como gesto de cortesía por el trato recibido por parte del Como.
Una de las grandes claves será la voluntad y convicción del jugador de regresar al Real Madrid. Desde Chamartín tienen claro que Nico volverá a casa cuando esté plenamente capacitado, no solo a nivel futbolístico, sino también a nivel mental, ya que la exigencia pasara a ser máxima y, la competencia, inmejorable.
Chema Andrés, irrupción en clave Carvajal
Lo de Chema en el Stuttgart es un tipo de impacto similar, aunque algo menos vistoso y más estructural. No destaca por números, pero sí por dominar muchísimas facetas absolutamente vitales para el equipo. Ya se ha hecho con el hueco en el once. Llegó para aprender desde el banquillo, para debutar como profesional y para crecer como jugador y promesa, pero en apenas dos meses de campaña, su nuevo rol como titular es ya indiscutible.
El club sigue su evolución con lupa y mantiene una cláusula de recompra activa para los próximos años. No existe prisa ni urgencia, pero sí la línea de pensamiento que indica que, si sigue creciendo a este ritmo, el debate no será si vuelve… sino cuándo.