Kylian Mbappé volvió a jugar con el Paris Saint-Germain después de haber estado apartado del resto de sus compañeros durante varias semanas. El futbolista llegó a una especie de acuerdo con el club para tomar una decisión buena para todas las partes, y por eso mismo se ha reincorporado al grupo, aunque todavía está en el aire su futuro.
Comenzó el partido en el banquillo, pero saltó al campo en el minuto 51 y volvió a marcar diferencias. Provocó un penalti y anotó el tanto el minuto 62, pero en el 87 les empataron el partido y no pudieron hacer nada para volver a ponerse por delante. Mbappé acabó el partido frustrado, con el mismo rostro que tenía en el banquillo hasta que saltó al campo.
Se marchó antes de tiempo
Después del encuentro los jugadores del Paris Saint-Germain se quedaron unos minutos aplaudiendo y saludando a los ultras y aficionados del Paris Saint-Germain que viajaron a Toulouse para animar al equipo. La estrella parisina saludó brevemente y se marchó solo al túnel de vestuarios. Seguramente estaba enfadado por el resultado y su situación en el club parisino.
Lo cierto es que se produjo un cambio radical en su comportamiento si comparamos la celebración de su gol, en la que se mostró muy efusivo y saltó la valla publicitaria para celebrarlo con los aficionados parisinos con cómo se comportó con ellos después del pitido final. Hay cosas que todavía se nos escapan.
Es el segundo empate consecutivo en este inicio de Liga, y parece que el equipo de Luis Enrique no acaba de carburar y no tiene solidez ni orden. Es cierto que todavía es muy pronto y hay muchos fichajes nuevos que se tienen que adaptar a la idea de juego y a los diferentes movimientos y automatismos de los compañeros.