Un día más en la oficina. Piden protección y semana tras semana se monta un nuevo escándalo. Los árbitros de Primera tienen un nivel pésimo. Lo puso de relieve Melero López en el Real Madrid – Girona y después lo confirmaría González Fuertes en el Camp Nou.
Dos equipos se vieron beneficiados por las malas decisiones de los colegiados. Girona y FC Barcelona, ambos catalanes, y que muy bien conoce Jaume Roures. Dueño de Mediapro, la empresa que gestiona las realizaciones de TV en LaLiga.
La semana pasada Melero López se inventó un penalti de Asensio por una mano idéntica a la que anoche hace Jordi Alba frente al Almería. Un día se pita y al siguiente se omite. ¿Qué desastre es este?
Josep Pedrerol, presentador de El Chiringuito, no dudó en utilizar sus redes sociales para lanzar un mensaje directo al colectivo arbitral: «Lo de los penaltis es un cachondeo…», dijo. Y razón no le falta.
Distintas normas
No existe un criterio común entre los colegiados. La misma mano se señala penalti si es en contra del Real Madrid y queda en el limbo si puede perjudicar al Barcelona. Esta se produjo con 0-0 en el marcador y con el tiempo de descuento de la primera parte agotándose.
Los árbitros se sienten intocables y viven en otra burbuja del fútbol alejada a la realidad. Les encanta ponerse medallitas cuando aciertan en su trabajo, pero son reacios a asumir errores. Esta Liga recuerda a la 20/21 que se llevó el Atlético tras verse beneficiado por el colectivo.