Más de dos años después del estallido del ‘caso Negreira’, que pudimos conocer merced al trabajo de investigación de ‘El Mundo’ y del que nos hemos ido enterando de muchas más cosas en los siguientes meses por mediación de otros medios, como ‘El Confidencial’ y ‘Libertad Digital’, parece que éste se ha diluido en las tertulias deportivas.
Mientras el periodismo de carácter generalista ha seguido realizando una gran labor de información, análisis e investigación, la prensa deportiva -y, muy concretamente, la catalana- han dejado que el asunto quede reducido a cenizas, pero, como decía el poeta, por muchas flores que corten, no podrán impedir que llegue la primavera.
Algunos ya se han dado cuenta de que no hay nada que perder y están saliendo a la palestra para denunciar una situación injusta, perversa y totalmente contraria al buen espíritu deportivo que se dio, como mínimo, durante 17 años. Ése fue el tiempo que el Barça estuvo pagando más de ocho millones de euros al que fue vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).
Un José María Enríquez Negreira que se está salvando por su avanzada edad y varios problemas de memoria, según ha alegado su defensa en varias ocasiones, pero, como el papel todo lo soporta, nada ni nadie podrá borrar jamás los cobros que recibió del Barça para conseguir una utópica e inverosímil “neutralidad arbitral”.
Casillas lo denuncia
La paciencia tiene límites, siempre hemos dicho, y ya hasta los ‘santos’ se han hartado de guardar silencio cual cobardes medievales que sólo vivían para obedecer, teniendo siempre presente el miedo en el cuerpo.
Iker Casillas ha charlado recientemente en su pódcast ‘Bajo Palos’ con Antonio Mateu Lahoz y ha querido mojarse con una confesión de primera mano con una indirecta sobre el ‘caso Negreira’, aumentando las sospechas que hay en muchos colegiados españoles.
“He jugado muchos partidos contra el Barcelona, y ahora empiezo a pensar que muchos árbitros nos asignaron y acabaron haciéndonos daño. Es increíble que esto sucediera en pleno siglo XXI”, llega a decir en un momento el cancerbero de Móstoles, que defendió la meta del Madrid entre los años 2000 y 2015.